Los viajes, el turismo, la naturaleza y las comunidades están estrechamente vinculados y el turismo sustentable se alza como la nueva tendencia. Cada año millones de personas buscan conocer las bellezas naturales que hay en los diferentes destinos. Cuidar el espacio en el que se habita y se transita es vital generar un triple impacto tanto en la sostenibilidad de la actividad como en la viabilidad de los diferentes proyectos.
La sustentabilidad en el sector hotelero, gastronómico y turístico hace varios años presenta una marcada tendencia que está en aumento y los nuevos hábitos se afianzan tanto a nivel local como global. Dado que este depende de los recursos naturales, la transición hacia un turismo neutral o carbono cero es crucial tanto para el negocio como para la protección del hábitat donde se encuentran los hoteles y restaurantes. Cuando el ambiente sufre por la acción del hombre, la desprotección de especias nativas tanto de fauna como de flora y el no cuidado de los espacios, afecta de manera directa al sector y su afluencia de turistas.
El consumidor es cada día más consciente de su huella ambiental, por lo tanto, busca realizar actividades ecofriendly y hospedarse en lugares que implementen políticas sustentables. El reporte de viajes sustentables 2023 presentado por Booking.com arrojó que al 84 % de los viajeros argentinos les gustaría que las empresas de turismo ofrezcan más opciones sustentables y el 81 % remarcó que se sentiría mejor si se hospedaran en un alojamiento que saben tiene una certificación sustentable.
Sin dudas, las certificaciones aumentan la demanda turística y puede extender la estancia promedio por el atractivo ambiental que conlleva, “la implementación de certificaciones y la popularización del turismo sustentable en el país, fortalece la imagen de que la zona es un destino responsable y comprometido con el medio ambiente”, señala Jorge Moller, Director de Programa de Latinoamérica del GSTC, disertante de Hotelga 2024.
Hoy en día, es notorio el aumento de las certificaciones enfocadas en la sustentabilidad en toda Latinoamérica. “Latinoamérica posee una riqueza natural y cultural única, además impulsa el interés por prácticas sostenibles que protejan los recursos naturales. En la región, hay un enfoque creciente en la protección de la biodiversidad y la promoción de experiencias turísticas que benefician a las comunidades locales”, agregó Moller. Las empresas saben que comercialmente es el futuro y adelantarse a los posibles requerimientos municipales o nacionales de este tipo certificaciones les permite aumentar su cartera de clientes.
La sustentabilidad no está vinculada únicamente a la naturaleza, también tiene un impacto social y económico. En el plano social, es indispensable incorporar a las comunidades locales en la agenda de turismo para posibilitar el aprovechamiento de los recursos y facilitar el cuidado del ambiente. Se pueden llevar adelante iniciativas comunitarias en las que se defienda y proteja la flora y fauna del lugar, imprescindible para la comunión entre empresas del sector y los habitantes de la zona.
Un ejemplo de esto es el proyecto que lleva adelante el Iguazú Lodge Hotel en la provincia de Misiones, donde implementaron un invernadero de plantas y flores nativas con la comunidad local de Jasy Porá. En la región entienden la importancia que tiene el cuidado del ambiente y su convivencia con el turismo, ya que es una de las principales actividades de la zona. Es por esto que tanto el sector público como el privado son los potenciadores de acciones sostenibles que contribuyen con la disminución de la huella de carbono.
Involucramiento con las comunidades locales:
El compromiso y la participación de las comunidades locales es fundamental, incluso en el empleo, la contratación, los productos, las experiencias, los bienes y los servicios. El impacto en este caso además de ser social es económico al permitir el desarrollo de la región y potenciar el crecimiento de los locales, quienes reciben las ganancias de la actividad. Se genera el denominado “efecto multiplicador” en el cual, el turista al comprar un recuerdo toda la cadena de valor (producción, materia prima, distribución, vendedor, etc.) se ve beneficiada. Involucrar a los viajeros directamente en las actividades de restauración puede ser una forma de maximizar el impacto. También ayuda a conectar a los visitantes con el destino y a darles una experiencia aún más satisfactoria y memorable.
El turismo positivo para la naturaleza es una actividad que minimiza el daño ambiental y que invierte activamente en la restauración de la naturaleza en los destinos turísticos o en las estructuras edilicias. Realizando modificaciones para aprovechar el uso de luz natural o mismo la energía cinética generada por los huéspedes. Este es el caso del proyecto Green Steps ganador de la categoría destinada a estudiantes “Ideas Innovadoras” del Concurso de Hotelería Sustentable 2023 – Hoteles más Verdes, que pretende motivar a los huéspedes a ser más activos con el uso de escaleras en lugar de ascensores. “
Cada paso genera energía cinética que se puede almacenar y convertirla en energía eléctrica limpia y sustentable. Es una solución al problema de abastecimiento eléctrico y un avance en el uso de energías alternativas, clave para realizar acciones recreativas de bajo impacto ambiental, disminuyendo así la huella de carbono que se genera desde el sector”, indicó Alder Farid, integrante del proyecto.