Mediante una novedosa tecnología de “liofilización” SNAT ofrece frutas 100% reales en un envase práctico y liviano, para consumir en cualquier situación e incentivar la alimentación saludable.
Con la innovación como premisa, SNAT llega al mercado saludable con frutas liofilizadas, ofreciendo una manera distinta de consumirlas y alentando una alimentación más consciente. Su presentación en un envase práctico permite snackear en cualquier situación y lugar.
Las frutas SNAT, arándanos, bananas, frutillas y manzanas, son ideales para aquellas personas para las que la alimentación saludable e inteligente es un valor irrenunciable. Es apto para celíacos, diabéticos, veganos e hipertensos, y se consiguen en tiendas de productos saludables, farmacias y supermercados.
SNAT se obtiene empleando tecnología de Liofilización, deshidratando la fruta en diferentes etapas: una de frío en la que se congela el agua de la fruta y otra de vacío donde se extrae hasta el 99,5% del agua. Las frutas liofilizadas son 100% frutas reales por lo que su calidad nutricional se mantiene intacta, conservando todas sus Vitaminas, Antioxidantes, Fibras y Nutrientes Naturales.
El sabor de la Fruta no se altera en la Liofilización. Conserva su intensidad, dulzor y acidez, de acuerdo a su naturaleza. Lo más atractivo es que son crujientes y agradables al paladar. Se pueden consumir como Snack en cualquier momento del día, o agregarlas en los desayunos o meriendas, solas o para mezclar en licuados, yogures, batidos o postres.
No tiene agregados de conservantes, estabilizantes ni colorantes de ningún tipo. No contiene azúcar ni sodio agregados. Es apto para celíacos, diabéticos, veganos e hipertensos.
Un Sobre de SNAT equivale a una porción de fruta fresca con la ventaja que se mantiene intacta en su envase por mucho tiempo. No requiere refrigeración. Una porción de SNAT cubre aproximadamente el 70% de la ingesta diaria de frutas recomendada por la Organización Mundial de la Salud (*)
¿Qué es la Liofilización?
Los antecedentes más antiguos hablando de Liofilización refieren a la cultura Inca, que aplicaba los principios utilizados en la liofilización para conservar sus alimentos. A 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, en la Cordilleras de los Andes, cultivos cosechados y almacenados se congelaban por las bajas temperaturas nocturnas, y la baja presión del aire eliminaba lentamente el agua.
En la actualidad, el proceso se realiza en liofilizadores de gran tamaño y prácticamente no afecta nutrientes volátiles o termosensibles, lo que permite conservar el valor nutricional del producto original y tener una vida útil mucho más prolongada.
Durante este proceso se congela el agua del producto para que luego le hielo formado se sublime -proceso mediante el cual un sólido se convierte en gas sin pasar por el estado líquido-, aplicando calor en condiciones de vacío (baja presión).
Inspirados en estas técnicas ancestrales, utilizando tecnología innovadora, buscamos volver al origen y recuperar la importancia de mantener la esencia natural de los alimentos, en un contexto donde comer saludable se convierte en un desafío cuando las opciones son limitadas.
(*) La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda consumir más de 200 g de frutas y 200 g de verduras al día para mejorar la salud general y reducir el riesgo de determinadas enfermedades no transmisibles