Postre irresistible, originario de italia pero patrimonio mundial: tomá nota de la historia y receta de Tiramisú, un clásico infaltable en la mesa de postres.
En el mundo de la gastronomía, pocos postres tienen la capacidad de cautivar los sentidos como lo hace el Tiramisú. Originario de Italia, este clásico culinario ha conquistado paladares en todo el mundo, convirtiéndose en un emblema de la cocina italiana y un favorito entre los amantes del dulce.
El Tiramisú, cuyo nombre significa literalmente «levántame» o «tírame hacia arriba», se dice que tiene sus raíces en la región del Véneto, al norte de Italia. Aunque hay varias teorías sobre su origen, la versión más aceptada atribuye su creación a los chefs de la ciudad de Treviso, en la década de 1960. Desde entonces, este exquisito postre ha escalado a la cima de la popularidad en la escena gastronómica internacional.
Equilibrio de sabores, la fórmula del éxito
El encanto del Tiramisú reside en su equilibrio perfecto entre texturas y sabores. Una base de bizcocho de soletilla empapado en café espresso se entrelaza con una suave mezcla de queso mascarpone, yemas de huevo y azúcar. La delicada capa de cacao en polvo en la cima añade un toque final que despierta los sentidos.
La simplicidad de sus ingredientes esconde el arte de su preparación. La elección de un café de calidad y el equilibrio entre la frescura del queso mascarpone y la dulzura del azúcar son cruciales. La paciencia al montar las claras de huevo y la meticulosidad al empapar el bizcocho son pasos que marcan la diferencia entre un buen Tiramisú y uno excepcional.
Ahora sí, tomá nota de esta receta de Tiramisú:
RECETA DE TIRAMISÚ
TIRAMISÚ (receta adaptada para hacer en casa)
Por Carlo Contini, socio de la cafetería, pastelería y heladería Martinelli – @martinellicaffe
INGREDIENTES (para 6 porciones)
- Queso mascarpone, 400 g
- Biscotti Savoiardi, 200 g
- Azúcar, 150 g
- Yemas, 4 u
- Claras, 2 u
- Café tipo espresso (café negro fuerte), 200 ml
- Cacao amargo en polvo, a gusto
PROCEDIMIENTO
- Separar las claras de las yemas de los huevos y montar a punto nieve. Para conseguir un punto de nieve adecuado, las claras tienen que estar a temperatura ambiente y se deben batir hasta que se formen picos firmes y brillantes. Es importante evitar la presencia de cualquier residuo de grasa o yema de huevo, ya que esto puede impedir que se monten adecuadamente.
- Por separado, mezclar las yemas con el azúcar, agregar el queso mascarpone y mezclar de forma suave. Una vez homogénea la mezcla, añadir las claras en punto de nieve y seguir mezclando suavemente.
- En una fuente, colocar los biscotti en línea y bañar de a poco con el café y el cacao en polvo.
- Repetir el proceso dos veces. En la última capa, espolvorear con cacao. Dejar reposar y enfriar en la heladera durante 12 horas.
