Llega un nuevo concepto a la noche porteña: Poco Floro, un karaoke bar. Se trata de un bar de despecho, un tipo de local que se está difundiendo en países como Perú y Chile. Cuenta con una carta de cócteles con nombres basados en clásicas frases musicales de desamor, un piqueo que acompaña y karaoke en cualquier momento del día en que se necesite cantar para ahogar las penas.
El chef y emprendedor Dángelo de la Cruz, fundador de proyectos como Asu Mare, sigue sorprendiendo con proyectos que remiten a su país natal. En esta ocasión, se trata del primer bar de despecho en el país, llamado Poco Floro, en el que el desamor se convierte en algo divertido con sus cócteles originales, la ambientación, las actividades y un karaoke disponible a toda hora, con éxitos de los 90 y 2000. Sin duda, un tipo de espacios que están dando que hablar en distintos países.
Ubicado en una zona tranquila de Palermo, Poco Floro se distingue por una entrada estilo fábrica, cuya portón oscuro contrasta con un cartel que expone el nombre del local con tipografía de impronta “chicha” (se refiere al estilo popular de Perú, caracterizado por colores llamativos). Ya en la entrada, en un tono más suave, se reflejan leyendas que remiten a sitios bailables de Perú. En lenguaje callejero de aquel país, Floro significa chamuyo, y eso mismo transmite el nombre: poco chamuyo.
El estilo del mobiliario sigue la línea popular, con mesas de madera y sillas metálicas de colores alegres. La barra exhibe el mismo estilo, con sillas altas, donde se puede disfrutar de los cócteles y de las opciones de piqueo. Las paredes exhiben murales con las caras de algunos cantantes reconocidos en Latinoamérica, como Shakira, Christian Nodal o Gilda, algunos de ellos acompañados de frases emblemáticas de sus letras.

Cocktails y piqueo con guiños peruanos:
Los protagonistas de la carta son los cócteles, entre los que hay clásicos de otros países de la región, como Pisco Sour o Cuba Libre, y algunos de autor que llevan como nombre frases de desamor de canciones famosas. Este es el caso de Rata Inmunda, por ejemplo, una bebida con ron Santa Teresa de 5 años, jugo de pomelo, almíbar de albahaca y Angostura, bautizado con una frase de la canción Rata de dos Patas, de Paquita la del Barrio; o de Como la Flor, una bebida con pisco macerado de maíz morado, almíbar, jugo de limón y ananá, que lleva de nombre el título de una canción de Selena. También hay jarras para compartir, como El Día que me Quieras (inolvidable tema de Carlos Gardel) con vino tinto, jugo de limón, naranja y almíbar.
En cuanto a la oferta gastronómica de Poco Floro, ofrecen alternativas ideales para picar, como alitas en distintas versiones -algunas incluso con guiños a la cocina peruana-, como broaster con salsas de la casa, acevichadas, anticucheras, picantes y con BBQ. También hay tequeños con distintos quesos, arepitas y salchipapas. Se pueden elegir en distintas cantidades, ya sea individuales o para compartir en grupo. Además, se incluye la posibilidad de pedir la combinación de 4 o 6 de estas elaboraciones en unas torres de dos o tres pisos. Durante el mediodía, de 12 a 16 h, se puede aprovechar el menú ejecutivo, con entrada, plato principal y postre desde $11 900, que incluye platos reconocidos de la gastronomía peruana, como causa limeña, papas rústicas a la Huancaína, ceviche típico y chaufa de carne.
Un espacio multifacético:
El espacio también organiza actividades. Algunos miércoles, las noches de “Match” proponen conocer gente nueva a través de una especie de Tinder no virtual. En el caso de los jueves, los clásicos del reggaeton invitan a bailar un poco y sacudir penas. Los domingos, hay almuerzos con shows, una buena manera de empezar la semana descansado y con otra cara. Con respecto al karaoke, los comensales pueden hacer uso de él cualquier día, a cualquier hora, siempre que el bar esté funcionando.

En un momento en que la escena gastronómica actual apuesta a incluir otras acciones y actividades que van más allá de la comida, Poco Floro da un paso más y sorprende con su propuesta. En esta ocasión, se trata de un lugar para llorar penas y convertirlas en alegrías, con cócteles de calidad y un piqueo con amigos, de la mano de un emprendedor que sigue proponiendo nuevas maneras de acercarnos a la gastronomía.
Dirección: Gorriti 5806, Palermo.
Horarios: Martes, miércoles, jueves y domingos de 12 a 2 am; viernes y sábados, de 12 a 3 am.
Instagram: @pocoflorobar