Una investigación de la Universidad de Colorado, EE.UU., reveló efectos desconocidos del omega-3
El pescado es uno de los alimentos con mayores beneficios, pero sin embargo no está tan presente en la mesa de los argentinos como se recomienda. El pescado, en especial los azules, tienen múltiples beneficios ya comprobados por la ciencia: mejora la salud cardiovascular, reduce las posibilidades de sufrir Alzheimer y hasta ayuda a combatir los efectos de la depresión, por solo nombrar algunas ventajas de su consumo.
Ahora, un nuevo estudio desarrollado por la Universidad de Colorado, resaltó que además tendrían un efecto positivo en aquellas personas que están buscando procrear. La investigación, que fue presentada en el congreso anual de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, se realizó en ratones, por lo que sus resultados no están del todo confirmados y se necesita seguir investigando. Sin embargo, los avances son alentadores y colocan al omega-3 en el centro de la escena para desarrollar nuevos tratamientos para combatir la infertilidad.
Durante la investigación los científicos alteraron genéticamente a un grupo de roedores para que tuviesen reacciones saludables a los ácidos de omega 3. De esta manera, los ratones nacieron con la capacidad de bañar sus células y tejidos en este tipo de grasas blancas. El equipo entonces estudió el desarrollo de los óvulos en los ovarios.
Los animales con los niveles más altos de ácidos grasos omega 3 tuvieron más precursores de óvulos que aquellos de control con niveles más bajos. Esto significó que tuvieron una mayor reserva de huevos para ser fecundados y, por ende, más posibilidades de madurar para convertirse en un óvulo sano listo para ser fecundado.
Sobre la base de este estudio, resulta muy alentador que el omega 3 puede potencialmente mejorar la fertilidad. «Nuestro estudio mostró que puede haber alguna relación entre los factores dietéticos y factores como la calidad del huevo», dijo la doctora Malgorzata Skaznik-Wikiel, obstetra y ginecóloga líder del trabajo.
Todavía no se sabe exactamente cómo los ácidos grasos omega 3 ayudan a los ovarios para producir mejores huevos de calidad. Sin embargo, otros estudios realizados por Skaznik-Wikiel, pusieron el foco en que este tipo de grasas pueden disminuir los niveles de la inflamación que puede afectar negativamente a la función ovárica.