El dicho de que «un vaso de vino hace bien al corazón» es reconocido por todos. En otras oportunidades ya te contamos lo beneficioso de beber una copa por las noches. Ahora te damos 10 razones más, para seguir eligiendo esta milenaria bebida.
1. Previene enfermedades cardiovasculares. Es uno de los efectos más conocidos del vino tinto, siempre y cuando se consuma en proporciones adecuadas, ya que contribuye a disminuir la posibilidad de padecer una enfermedad coronaria, reduciendo la producción de colesterol “malo” y aumentando el “bueno”.
2.Ayuda a la preservación de los sistemas de síntesis. En el proceso de producción de energía, se van dañando los sistemas de síntesis que producen antioxidantes y se genera estrés oxidativo (un desequilibrio entre oxidantes y antioxidantes). Gracias a los polifenoles (sustancias químicas que aporta la uva), el vino tinto contribuye a disminuir el estrés y la basura oxidativa celular.
3.Disminuye los daños producidos por el cigarrillo. Funciona como un gran aliado para regular los efectos negativos que genera el tabaco en los vasos sanguíneos, debido a sus efectos positivos en el endotelio (una capa de células que reducen la fricción entre los vasos linfáticos y sanguíneos).
4.Combate la grasa. El consumo de esta bebida activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las existentes. Aunque contiene siete calorías por gramo, en dosis moderadas, contribuye a reducir la obesidad y el sobrepeso al envejecer.
5. Mejora de la función cognitiva. El consumo moderado mejora el funcionamiento del cerebro y, en pequeñas cantidades, previene la demencia. Esto se debe a que la elevada presencia de antioxidantes en su composición reduce la inflamación, impide que las arterias se endurezcan e inhibe la coagulación, lo que mejoraría el riego sanguíneo.
6. Combate las bacterias bucales. La costumbre de tratar las infecciones de las encías con vino tiene un fundamento científico: algunos compuestos presentes en esta bebida frenan el crecimiento bucal de los estreptococos y bacterias vinculadas a las caries, además de los asociados a la gingivitis y dolores de garganta.
7. Limpiador de paladar. El vino, mucho más que el agua, permite distinguir mejor los diferentes sabores de cada comida. Esto se debe a sus propiedades astringentes, que evitan la excesiva sensación de grasa causada por alimentos como las carnes rojas y permiten degustar mejor la comida.
8. Previene la aparición de aterosclerosis. La aterosclerosis (degeneración de las arterias) sucede cuando los vasos sanguíneos pierden su capacidad de relajarse. El alcohol de esta bebida ayuda a los vasos a permanecer saludables gracias a la formación de óxido nítrico, sustancia fundamental en la relajación vascular, y también previene la degeneración.
9. Cuida la próstata. Según un estudio estadounidense, consumir siete vasos de vino tinto semanales después de cumplir los 40 años de edad reduce en más de la mitad los diagnósticos de cáncer de próstata.
10. Reduce riesgo de cáncer. Contiene una sustancia conocida como resveratrol que frena los efectos del estrógeno, bloqueando el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama.
8. Cuida la próstata. Según un estudio estadounidense, consumir siete vasos de vino tinto semanales después de cumplir los 40 años de edad reduce en más de la mitad los diagnósticos de cáncer de próstata.