La piel es un órgano emocional, ¡se expresa! y los cambios de estación son factores fundamentales para desequilibrar los hábitos en pos de tener una piel saludable y, por extensión, bella. Los cambios de clima y la exposición al sol pueden repercutir en los cambios de hábitos y generar múltiples síntomas y afecciones.
Así, la piel puede verse apagada, volverse más oleosa, generar acné o presentar reacciones alérgicas. Lo importante es no hacer abuso y mal uso de productos y consultar a un dermatólogo ante la mínima aparición de cambios.
¿La clave? Acompañar este cambio de estación con una rutina simple y específica para cada tipo de piel y situación. De esta forma, a partir de una rutina constante y ordenada, se pueden controlar estos efectos propios del cambio de una estación tan brusca como el invierno para recibir la primavera sin que genere grandes trastornos.
El Dr. Santiago Tortone (MP 36863/6) establece cuatro cuidados básicos que no pueden faltar a la hora del cuidado diario cutáneo, ya sea tanto del rostro, cuello, escote y manos (los sitios más expuestos):
1° Limpieza facial: paso simple, rápido e infaltable
Se realiza a la mañana y a la noche. Usando agua micelar con algodón (sin enjuagar) o un gel de limpieza (éste sí se enjuaga con agua) para arrastrar las partículas de suciedad, grasa y sudor que se acumulan durante el día. ¡Es importante que el producto que se utilice sea acorde al tipo de piel de cada persona!
2° Contorno de ojos
Debido a que la piel de los párpados es más fina y delicada, complementar un tratamiento con una crema para contorno de ojos es importante y puede tener diferentes funciones como ser descongestivo, anti edematoso, despigmentante y antiage.
3° Crema hidratante
Luego de limpiarse el rostro es necesario reparar, hidratar y humectar la piel, preferentemente utilizando productos ricos en ácido hialurónico, entre otras sustancias. En pieles grasas o mixtas se sugiere un serum ya que su textura es más ligera y altamente hidratante, para pieles secas lo ideal es una crema ya que ayudará a humectar más el tejido, logrando más suavidad, brillo y luminosidad.
4° Protección Solar
Indispensable para protegernos de todo tipo de radiaciones. El protector FSP 50+ (UVB y UVA) debe utilizarse todos los días, ser idealmente fluido e hipoalergénico. Se recomienda su renovación cada 3 o 4 horas. ¡El protector solar es el mejor aliado antiage!
Por último, una vez por semana, es recomendable exfoliar la piel. La exfoliación es el método por el cual eliminamos aquellas células muertas que se encuentran en la porción más superficial de la piel.