Casa Cruz, el emblemático restaurante que desde hace más de una década marca tendencia en Buenos Aires, cambió el perfil chic que lo caracterizaba para abocarse de lleno a ofrecer una experiencia gastronómica con auténtico acento porteño.
Fundado en en 2004 por el talentoso chef Germán Martitegui, Casa Cruz abrió en Palermo con una propuesta que apostaba a la alta gastronomía, la elegancia y las últimas tendencias. Claro que dichas consignas venían acompañadas de precios elevados, lo cual lo hizo ubicarse en un grupo selecto de restaurantes exclusivos. Hasta 2014, momento en que llegó a Casa Cruz el sommelier Aldo Graziani, que con su frescura y experiencia en el rubro cambió la cara de la brasserie que parecía haber quedado encasillada para siempre en una experiencia para pocos.
Fiel a su filosofía de innovar constantemente, Graziani bajó los precios y rediseñó la carta con una propuesta de cocina clásica porteña que se potencia gracias a la excelente barra de tragos, comandada por Pablo Pignatta y, por supuesto, la maravillosa cava ubicada en el fondo del salón por la que vale la pena dejarse recomendar. En la cocina brilla Maximiliano Matsumoto, quien se desempeñó como sous chef de Martitegui en los inicios de Casa Cruz, y cuya cocina se caracteriza por el trabajo con los productos de estación, que se convierten en verdaderos protagonistas de su propuesta, utilizando técnicas y presentaciones modernas e innovadoras.
Además de su menú a la carta, Casa Cruz ofrece una interesante propuesta «All Inclusive» que varía todos los meses e incluye una entrada + principal + postre + botella de vino Tinto Negro + agua + café por un precio fijo de $650. Asimismo, enmarcado en este espíritu de innovación constante, todos los miércoles se realizan ciclos POP UP de música y coctelería. Los tragos de autor corren por cuenta del experimentado Pignatta, y el ritmo lo propone la DJ Nat Kat.
La carta ofrece clásicos como empanadas de lomo, tres tipos de provoleta, bife de chorizo, canelones de mascarpone y espinaca y trucha a la manteca negra y limón. Entre los postres se destaca la tarta fina de manzanas , el volcán de chocolate y el clásico postre vigilante. En relación a los vinos, como ya se mencionó anteriormente, la oferta es una de las mejores de la ciudad con títulos clásicos y otros exponentes que representan con altura las bondades del terroir argentino.
La experiencia en Casa Cruz estimula todos los sentidos, comenzando por la entrada. Su maravillosa e imponente puerta dorada da paso a una elegante recepción, donde se destaca su gran barra circular abarrotada de bebidas premium y almíbares. Mas atrás, las mesas del salón se ofrecen sobre mullidas alfombras, y las rodean grandes espejos que multiplican la noción del espacio. De iluminación tenue y excelente gusto musical para acompasar la velada sin invadir, el lugar se corona con su imponente cava de vinos vertical, dando como resultado una experiencia sumamente satisfactoria.
Casa Cruz
Tel: 4833-1112
Uriarte 1658, Palermo
www.casacruz.com.ar