Los aditivos alimentarios son esenciales en la industria, ya que permiten conservar, mejorar la apariencia y prolongar la vida útil de los productos. En Argentina, su uso está estrictamente regulado por el Código Alimentario Argentino, garantizando la seguridad y transparencia para los consumidores.
Desde la antigüedad, se han utilizado diversas sustancias en los alimentos para mejorar su conservación y apariencia. Productos como la sal, el vinagre, el azafrán y la cochinilla ya eran usados para prolongar la vida útil y embellecer los alimentos. No fue hasta finales del siglo XIX que se incorporó el término «aditivo alimentario«, refiriéndose a cualquier ingrediente añadido intencionalmente a los alimentos, no con el fin de nutrir, sino para modificar sus propiedades físicas, químicas, biológicas o sensoriales.
Origen y tipos de aditivos alimentarios
Los aditivos alimentarios pueden derivar de plantas, animales o minerales, o sintetizarse químicamente. En todos los casos, solo están permitidos aquellos que han sido evaluados por el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos de la FAO/OMS (JECFA), lo que garantiza su seguridad en los alimentos comercializados a nivel internacional.
Aditivos alimentarios en Argentina
En Argentina, el Código Alimentario Argentino (CAA) regula el uso de aditivos en el capítulo XVIII, especificando qué aditivos pueden utilizarse en los alimentos. Solo los aditivos aprobados pueden aparecer en las etiquetas, donde se deben detallar su función principal y su nombre o número INS (Sistema Internacional de Numeración, Codex Alimentarius FAO/OMS).
Innovación y tendencias en el uso de aditivos
El sector de los aditivos alimentarios está en constante evolución, impulsado por las tendencias de la industria alimentaria y las demandas de los consumidores. Un ejemplo clave es el desarrollo de mezclas integrales y aditivos multifuncionales, que mejoran aspectos tecnológicos como la estabilidad, la retención de agua y la vida útil de los productos, agregando valor frente a los aditivos convencionales.
Además, la creciente demanda de alimentos “clean label” o de «etiquetas limpias» ha impulsado la creación de aditivos naturales que permiten a los consumidores identificar ingredientes saludables y evitar productos con aditivos sintéticos. Este enfoque representa un desafío para la industria alimentaria, ya que requiere ajustar los procesos tecnológicos y la interacción de ingredientes para lograr el mismo efecto que los aditivos sintéticos, sin aumentar significativamente los costos.
El rol del INTI en el desarrollo de aditivos alimentarios
En el INTI colaboramos con proveedores de aditivos e ingredientes para ofrecer servicios de desarrollo y asesoramiento técnico. Realizamos ensayos para evaluar el desempeño de los aditivos en diferentes alimentos, considerando su sinergia con otros ingredientes, formas de aplicación y dosis recomendadas.
Un caso destacado es el de Melar, una empresa con más de 100 años de historia en la industria alimentaria argentina y líder en el desarrollo de aditivos. Con nuestro asesoramiento, han expandido su unidad de negocios, lanzando aditivos innovadores que han sido exitosos en el mercado.
- Por Lic. Estela Martínez Espinosa, Jefa del Departamento de Tecnología de Producto, Subgerencia Operativa Tecnología de Alimentos, INTI.