De aromas complejos y colores oscuros, los vino de la variedad Syrah son multifacéticos tanto en la copa como en su historia. Cepa insignia de San Juan y emblema de la viticultura francesa, conozcamos a la Syrah.
La variedad Syrah es compleja y misteriosa, tanto en sus aromas como en su identidad. Las versiones sobre su procedencia son varias; están quienes afirman que su origen se remonta a la época de los Persas en Medio Oriente y otros que aseguran que proviene de Siracusa, Sicilia. Sin embargo, la versión que predomina es que su verdadero origen es el Valle del Ródano, en Francia, y que la uva es producto de una cruza entre las cepas Mondeuse Blanche y Dureza.
Lo cierto es que a pesar de la discordia sobre su origen, los Syrah de dicha región francesa son famosos en todo el mundo por su calidad y este prestigio no solo ha dotado a la variedad de gran relevancia sino que permitió su expansión internacional. De esta forma, la Syrah llegó a Australia, Estados Unidos, Chile y por supuesto Argentina, donde se producen exponentes de muy buena calidad.
SYRAH EN ARGENTINA
Hasta hace algunos años, la variedad Syrah apenas existía en Argentina y hoy se encuentra presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas. Hoy hay más de 13 mil hectáreas cultivadas a lo largo y ancho del territorio argentino y los terruños de Valle de Pedernal en San Juan y el este mendocino son aquellos donde la uva parece encontrar su mejor expresión.
Esta variedad se utiliza tanto para vinos de corte como para monovarietal y se caracteriza por su color violáceo profundo y sus taninos suaves y firmes al mismo tiempo. Si bien en los últimos años su cultivo ha disminuido, se trata de una variedad legendaria que tiene mucho para dar.
CARACTERÍSTICAS DE LOS VINOS SYRAH
Los vinos Syrah poseen un color intenso y oscuro y son dueños de una gran complejidad aromática. Son buenos para la guarda y a medida que envejecen desarrollan tipicidades únicas. Cuando son jóvenes ofrecen aromas a violetas, moras y frambuesas y también especias, como pimienta y canela. El paso por barrica, sin embargo, le aporta a la variedad un toque especial; una nota animal, que recuerda a cuero y alquitrán con un ligero toque ahumado.
Así, aquellos vinos con crianza, ofrecen perfiles totalmente distintos a los exponentes más jóvenes aunque por supuesto, siempre dependerá del método de cultivo y la región de dónde provengan. Aquellos Syrah cultivados en climas más cálidos ofrecerán vinos de mayor cuerpo, taninos suaves y notas especiadas, mientras que los cultivados en climas más fríos tendrán taninos más presentes y aromas más maduros como mermelada o cierta nota terrosa.
A la hora de beberlo, es un vino cuyos taninos se reciben fuertes en ataque y una vez en boca se muestran suaves y redondos. Se trata vinos de cuerpo medio gracias al buen tamaño de sus uvas, de las que resultan vinos poco concentrados. Estos vinos son ideales para maridar con platos fuertes como cordero a las brasas, pastas con salsas y quesos curados con cierta nota picante, como un buen roquefort o un queso de oveja. La temperatura de servicio ideal de estos vinos está entre los 16º a 19º.
EL CULTIVO DE LA UVA
En lo que respecta al cultivo, se trata de una variedad muy dócil de ciclo medio con gran potencial para brindar frutos de calidad y buenos rendimientos. La uva se se adapta bien a casi todos lugares, aunque encuentra su mejor expresión en climas secos de buena amplitud térmica. Su racimo es alargado con cierta forma cilíndrica, las uvas son de tamaño mediano y de color negro-azulado y la piel de la uva es fina pero resistente.
Si bien en Argentina se producen muy interesantes Syrah, en los últimos años su cultivo ha ido decayendo. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la cantidad de hectáreas de Syrah en todo el país ha bajado un 3,8% en el período 2008-2017. Asimismo, el cultivo en Mendoza aumentó un 2,8% mientras que en San Juan cayó un 19,6%. A pesar de esto, se trata de un varietal que seguramente con el tiempo recibirá la popularidad y fama que se merece. Su intenso aroma a frutas y especias, y su textura sedosa lo dotan de suficientes cualidades como para destacarse y brillar.