La Mantequería elabora helados artesanales con ingredientes orgánicos, en busca del helado perfecto. Pedro Jáuregui Lorda, creador de la marca, partió desde distintas premisas en la elaboración de un producto. El objetivo: cambiar la percepción en el paladar del verdadero sabor del helado.
La línea de largada estuvo puesta en una selección de los mejores productos, ingredientes y productores, como sello distintivo de la marca. También en la búsqueda de la receta original, una antigua técnica y el desarrollo de los procesos de origen para lograr un sabor natural y delicioso. El resultado es un helado cremoso, sano, sin colorantes o espesantes artificiales, sin Tacc y con opciones veganas que marcan la diferencia con todas las otras propuestas de mercado.
Los helados están elaborados a partir de una delicada selección de ingredientes y productos orgánicos del campo argentino y el mercado internacional. Una leche agroecológica certificada de calidad A, libre de pasteurización fluida y producida por un tambo de Brandsen y crema del mismo origen. Chocolate de Ecuador y Perú con trazabilidad orgánica, azúcar mascabo, huevos orgánicos pastoriles, frutos frescos y secos orgánicos.
Materia prima de calidad para un producto excepcional
Ingredientes que se ensamblan logrando un producto que revaloriza los sabores naturales, sin agregados artificiales ni transformaciones del sabor de sus ingredientes. Con la textura que deviene de la ínfima cantidad de aire que le aporta el batido, moviendo el estándar de calidad y sabor. Dulce de leche, pistachos, nueces pecan, limón, frutillas, chocolate y treinta sabores trabajados en esta línea de desarrollo del producto. Esto es el alma de una carta de sabor que La Mantequería propone volver a descubrir, apostando a haber realizado un cambio en la percepción de un producto de consumo masivo.
Para la producción se utiliza una técnica antigua de tradición italiana. Mediante el uso en una máquina vertical restaurada Cattabriga, patentada en 1927, se recupera el concepto del helado elaborado desde el batido y enfriado de manera artesanal. Sin el proceso de inyección de aire con los que cuentan la mayoría de los helados actuales. Esto ofrece una textura genuina, olvidada en las últimas cuatro décadas por el consumidor.
En el imaginario de Pedro Jáuregui Lorda el helado nació junto con la medialuna, pero fue recién a mediados de 2020, junto a su hijo Iñaki , que comenzaron a indagar en la técnica de elaboración de helados, junto al maestro heladero Stefan Ditzend, para lograr que esos sabores imaginados tuvieran su realización óptima y refinar lo esencial. “Investigamos continuamente la producción de la zona, en la búsqueda de materia prima orgánica para brindar experiencias de sabor sorprendentes. Como es el helado de tomate platense y el dulce de leche propio”, cuenta Pedro.
En esta apuesta de volver a la fuente en la creación del helado se apoyan en los mejores productores yuna variedad de recursos que involucra la receta, para lograr un helado delicioso. También la leche fresca fluida y el tipo de batido y frío establecen un punto de partida bien distinto a la elaboración, logrando un producto que el mercado argentino desconoce.
¿Qué helado estuvo trabajando para hacer La Mantequería?
“Lo que busamos es que nuestros helados produzcan felicidad. Queremos ofrecer un producto que conmueva al cliente y le despierte emociones. Al mismo tiempo, mejorar la calidad de un producto que es un hábito en el consumo masivo argentino. Ahí existe la felicidad nuestra; un goce a nivel espiritual sobre cómo contribuimos a crear el mejor universo alimentario a partir de productos agroecológicos, desarrollados con cuidado y amor. Una ficha técnica de rentabilidad no tiene nada que ver con eso. La felicidad es la suma de todos los pasos dados a conciencia en el proceso de hacer la mejor receta y generar una pyme de alta calidad”, cuenta Pedro Jáuregui Lorda, fundador de La Mantequería.
La Mantequería
Medialunas de manteca y Helados naturales
Malabia 1779 – Horario: Mar a Dom de 9:00 a 00:00 hs
Instragram: @lamantequeriahelados