El açaí es una de las frutas más nutritivas del mundo. Redondo, de unos 10 a 14 milímetros de diámetro, de color morado oscuro, casi negro de sabor amargo pero agradable al paladar parecido al de una mora, crece en una palmera llamada açaiceiro en forma de racimos llamados «cachos», produciendo constantemente de 3 a 5 por árbol durante todo el año.

El fruto extraído de esta palmera nativa del norte de Sudamérica es famoso por sus propiedades nutritivas. Diversos estudios han desarrollado la idea de que esta fruta contiene propiedades antioxidantes, minerales, vitaminas y un gran aporte de proteínas que la convierten en un alimento beneficioso para la salud.

La Universidad Federal de Río de Janeiro en Brasil, tal como publica el sitio Nutri Glam, desarrolló una investigación en donde los participantes determinaron que el jugo de açaí no sólo es una valiosa fuente de energía, sino que es la principal base para el tratamiento de muchas enfermedades. Estos estudios han sido corroborados por las Universidades Federales de Santa Catarina y de Belém, en el mismo país.

El Departamento de Ciencias de los Alimentos y Nutrición Humana de la Universidad de Florida (USA) ha reconocido el açaí como «un alimento interesante para ser utilizado en productos nutracéuticos por el extenso abanico de propiedades funcionales que se le atribuyen».

El fruto parecido a la uva, recibió ese nombre tras la cantidad de personas que han visto numerosos resultados favorables luego de incorporarlo a la alimentación. Es considerada un superalimento dadas todas sus propiedades que benefician al organismo, tales como: aportar todas las vitaminas esenciales (A y C, favoreciendo el rejuvenecimiento de la piel), aumentar la energía de las funciones vitales, suprimir el apetito dado su alto contenido de fibras, mejorar la función digestiva, reforzar el sistema inmunológico, ayudar a mantener una función cardíaca saludable, normalizar el colesterol y mejorar la agudeza visual y mental. Se diferencia del resto de las frutas porque su procesamiento es veloz.
 
El açaí está formado por un 40% de fibra y esta favorece a disminuir el apetito pero de manera natural. Al evitar bloqueos de azúcar, la estabiliza en la sangre y mantiene los niveles de energía estables. De este modo, el açaí favorece la reducción de acumulación de grasa corporal y evita picos de insulina que pueden convertir en tejido graso el exceso de azúcar en sangre.