Es uno de los tragos más clásicos, lleva casi cien años en el mercado y está entre los 5 más pedidos de las mejores barras del mundo. Los bartenders volvieron a ponerlo en escena y lo convirtieron en un infaltable para los amantes de los aperitivos. ¿Qué hay detrás de este cocktail que se impone y no pasa de moda?
Campari, gin, vermut, cubos de hielo y una rodaja de naranja, es la combinación original que el Conde Camillo Negroni sugirió al bartender Fosco Scarselli hace casi un siglo. Quería que quienes lo vieran supiesen que tomaba algo diferente, un twist al cocktail Americano y rápidamente, todos empezaron a pedir “el aperitivo de Negroni”. La historia oficial se repite de boca en boca y está escrita en libros pero son muchas más las nuevas historias que el cocktail nacido en Florencia sigue escribiendo en las barras de todo el mundo.
Con el correr de los años, el Negroni fue ganando terreno en el mundo y logró imponerse en los bares más reconocidos de Buenos Aires, Nueva York, Berlín y Londres. “Su espíritu, sin pretensiones, complejidades, ni multiplicidad de ingredientes lo diferencia de los demás clásicos”, sostiene el bartender Guillermo Blumenkamp, responsable de Doppelgänger, que define al Negroni como un cocktail obrero-burgués por excelencia, que trasciende un abanico de consumidores.
Tato Giovannoni, el bartender detrás de Florería Atlántico, agrega “el Negroni es un cocktail humano, fácil de acceder. Quien está acostumbrado a tomarlo en un bar crea un paladar que le permite hacerlo en su casa. Es la simpleza de su complejidad, la correcta combinación de sus sabores lo que lo hace diferente”.
La segunda clave del éxito son sus ingredientes. “Se trata de esos amargos que se combinan únicamente dentro del Negroni, no hay otro cocktail que combine a la perfección un bitter, un vermut y un gin”, sostiene Giovannoni. Y aunque existen múltiples versiones del cocktail, nunca se prescinde de la medida justa de Campari, una relación inseparable porque “sin Campari no hay Negroni”.
Sofisticación es el broche final de la magia de este cocktail. “El Negroni responde a la naturaleza de la creación, de la evolución del sabor y la italianidad en un buen bebedor: es como decir: Dios hizo el vino de su sangre que fue convertido en vermut al mezclarlo con hierbas y no conforme, lo mezcló con Campari y gin. ¿Por qué? Sencillo, así debía ser”, reflexiona Blumenkamp.
En un país donde el consumo de aperitivos está en crecimiento y se toman 98 millones de litros de este tipo de bebidas por año, el Negroni no es ajeno y se posiciona entre los cocktails más pedidos. “Sí, el Negroni está de moda, nunca dejará de estarlo. Es lo maravilloso de <lo simple es bello>”, finaliza Blumenkamp.