La entrañable máquina de pastas de creación 100% nacional conquistó la cocina de los argentinos en esta cuarentena y logró un récord histórico de ventas a raíz del aislamiento
Desde el presidente Alberto Fernández que reconoció que la utilizaba, hasta las familias que decidieron desempolvar las de las abuelas o renovar las que conservaban como reliquia familiar para innovar en nuevos colores, Pastalinda, la entrañable máquina portátil para hacer pastas, se convirtió en el Boom durante esta cuarentena.
Es de público conocimiento que el amor por las harinas llegó a su summum debido al aislamiento, y la evidencia se comprobó en los faltantes de harina y levadura en las góndolas, la proliferación de cursos de masa madre y fabricación de pastas caseras.
A raíz de esta tendencia, Pastalinda batió su récord histórico de ventas: “Siempre tuvimos mucha demanda de nuestros productos, pero el arranque de la cuarentena disparó esta condición. Estamos trabajando de lunes a sábado en dos turnos hasta las 12 de la noche y aún así no llegamos a cubrir ni el 50 % de los pedidos. Estamos ante la mayor demanda de la historia desde que nació la fabrica hace 70 años”, expresó Jonathan Romero, presidente de Pastalinda y bisnieto del fundador.
Si bien la famosa máquina para hacer pastas desde nuestras casas siempre estuvo presente en la mesa familiar, el perfil bajo que la caracterizaba rompió sus propios paradigmas al renovarse: de la tradicional Pastalinda roja nacieron nuevos colores que no sólo la actualizaron como herramienta útil para la cocina de los argentinos sino como objeto de deseo. Así también, la empresa familiar nacida en 1950 en Las Heras gracias al italiano Augusto Prot y que hoy continúa a cargo de su familia, amplió su espectro: no sólo continúa ofreciendo las eternas máquinas para hacer pastas sino que también incluyó otros productos, como el “Secapasta” para secar las pastas, la raviolera y diferentes utensilios para facilitar las tareas de la cocina.
“La pasta es un alimento rico, nutritivo, fácil de preparar y le gusta todo el mundo. Es por eso que su consumo nunca disminuye en el mundo y la posibilidad de preparar pastas caseras, libres de conservantes y con el relleno preferido es el principal atractivo de nuestras máquinas. Desde que mi bisabuelo creó la Pastalinda, los argentinos se enamoraron de ella, de su forma y de la ceremonia de preparar la pasta y disfrutarla en familia en la mesa del domingo. Tal es así que en prácticamente todos los hogares se encuentra una Pastalinda”, concluyó Jonathan,
SOBRE PASTALINDA
Fundada en 1950 en Las Heras, provincia de Buenos Aires, Pastalinda es una creación 100% argentina que ha lo largo de toda su historia ha producido más de 2 millones de máquinas para hacer pastas. Hoy cuenta con una fabricación de entre 40.000 y 50.000 unidades por año.
Con la participación de 70 operarios, Pastalinda exporta sus productos a Uruguay, Paraguay, Chile, Perú y Canadá y planea llegar pronto a Estados Unidos y Europa.
Actualmente, la compañía cuenta con un showroom en Palermo, diversos retails, bazares, tiendas de artículos para el hogar y en tiendas online como www.pastalinda.com.ar para comercializar sus productos.