La sartén está presente en cualquier cocina pero ¿sabías que sus orígenes se remontan a la prehistoria? Repasamos la historia de este producto imprescindible que posibilita tantas alegrías culinarias.
La sartén, versátil e infaltable en cualquier cocina, es uno de los elementos de menaje más utilizados por las infinitas posibilidades de cocción que ofrece. Actualmente, existen sartenes de todo tipo: diferentes calidades, tamaños, diversos materiales de fabricación, aptas para distintos tipos de cocina, con mango desmontable, antiadherentes, e infinidad de otros aspectos.
Orígenes: la evolución de la sartén a través de los años
Durante la Prehistoria, el hombre preparaba sus platos en la hoguera, utilizando instrumentos como los cuencos de piedra, morteros y la mano de almirez, con las que agregaba sales y hierbas. Más adelante, surgieron los primeros prototipos de sartenes, que se sostenían sobre las brasas con una cadena, o con sus bases de tres patas.
En las distintas culturas y partes del mundo, cada población desarrolló un tipo de sartén según sus necesidades y capacidades. Mientras que los romanos desarrollaron las primeras sartenes de bronce, en China eran de hierro fundido. En paralelo, en la antigua Mesopotamia se elaboraron las primeras sartenes con mango.
En Europa, especialmente durante la primera mitad del siglo XX, el hierro fundido era el material estrella, y continuó siéndolo hasta las décadas del 60 y del 70, cuando las sartenes de aluminio con antiadherente pasaron a cobrar protagonismo.
Un MUST en la cocina
Con la evolución de las distintas sociedades, la comida casera, la aparición de nuevos ingredientes, también evolucionaron las funcionalidades de la sartén de la mano de marcas pioneras como Tefal que desarrollaron, por ejemplo, las primeras sartenes antiadherentes, en los años sesenta.
Actualmente, este tipo de utensilio es un must en cualquier cocina, y los usuarios parecen priorizarlas cada vez más porque permiten cocinar sin que los alimentos se peguen, y sin necesidad de utilizar aceites o grasas. Además, son muy fáciles de limpiar y garantizan una cocción uniforme de los alimentos.
Otra característica innovadora es la capacidad para distribuir uniformemente el calor y mantener una temperatura constante, fundamental para lograr platos perfectamente cocidos, y las texturas, sabores y colores adecuados.
Desde hace miles de años, las sartenes acompañan en la preparación de las comidas, y gracias a la tecnología y evolución de los materiales utilizados para fabricarlas, cada vez son más funcionales y prácticas, haciendo que cocinar sea cada vez más productivo y práctico.