A la hora de comer, no todos los chicos aceptan la propuesta que hay sobre la mesa. Lograr que los más chicos de la cosa desarrollen el gusto por la comida y acepten probar y comer todo tipo de alimentos es un problema que casi todos los padres deben afrontar. Si el chico no está convencido del aspecto de la comida, probablemente no acceda a comerla.
Es un hecho que la mayoría de nosotros «comemos con los ojos». Si no nos gusta el aspecto de algún plato es muy probable que ni si quiera pensemos en probarlo. Por el contrario, cuanto más llamativo y armónico es el resultado final, más ganas tendremos de devorarlo. Si la apariencia de la comida tiene tal capacidad de influencia en nuestras cabezas, ¿te imaginas lo que puede provocar en las de los más pequeños? Por suerte, para ayudar a los padres se creó el Food Art.
El Food Art gana adeptos año tras año. Internet ha contribuido a globalizar este fenómeno, haciendo que las ideas que aparecen en un país y con un determinado tipo de comida, se exporten y adapten rápidamente a las características de otro. Es como una especie de encuentro creativo entre padres del mundo, que han decidido no sucumbir ante los llantos y caritas de sus hijos y han contraatacado con su mejor arma: la diversión puesta al servicio de la comida.
Te mostramos algunas imagenes para que te inspires: