Renato «Tato» Giovannoni es el bartender más conocido de la Argentina. Su bar, el premiado y concurrido Florería Atlántico es uno de los más famosos de Buenos Aires y Tato, además, es el primer bartender argentino que tiene su propia línea de bebidas y destilados. Por si todo eso fuera poco, ahora se dio el gusto de irse a vivir con su familia a Río de Janeiro y abrir un bar en la playa.
Siguiendo en la línea del bar original que lo consagró, Atlántico, su flamante espacio, abrió en noviembre de 2015 y queda ubicado al comienzo de Barra da Tijuca, en la Praia do Pepê. A simple vista, el bar pasa desapercibido, por su similitud con el resto de los kioscos cariocas, rectangular y de color rojo. Hasta que empiezan a aparecer los detalles: la barra hecha con dos tablas de madera maciza, suspendida entre dos almendros; las botellas alineadas en la parte de arriba; los focos colgando como guirnaldas, la música; los uniformes de los cocineros.
La intención de Giovannoni es ofrecer algo distinto a la tradicional fritura y agua de coco brasilera. En diálogo con el diario La Nación relató: «Hacemos una sola cosa frita que son los bolinhos de bacalao. Tenemos la suerte de estar a dos cuadras de donde llegan los pescadores a la mañana, así que compramos todos los pescados vivos y los cocinamos a la plancha o en un horno especial».
En su barra, Giovannoni ofrece algunos tragos inspirados en lo que consumían los Tamoios, que eran los indígenas de esta región antes de que llegaran los portugueses. Utiliza entre otros ingredientes agua de mandioca o leche de castañas. También hay tragos con açaí o Mate Leão, que son típicos de la zona. Según el bartender, la mudanza a Río le otorgó mejor calidad de vida y su familia está encantada.
