Es muy probable que la mayor parte de los mediodías los pases fuera de tu casa. Cuando estamos en la calle haciendo trámites, estudiando o en la oficina, a veces nos resulta difícil planificar qué comer, nos orientamos al «picoteo» y no nos sentamos a una mesa con un almuerzo saludable.
Una encuesta realizada en la Ciudad y el Gran Buenos Aires reveló que el 17,6% de los trabajadores no almuerza. Este hábito es más común entre los hombres que entre las mujeres, aunque no hay tanta diferencia entre ambos géneros. Además, a medida que crecemos, la brecha se reduce y tendemos a parecernos más en nuestras costumbres alimenticias.
Ya sea por cuestiones económicas o para no «sentirse llenos» a la hora de continuar con las actividades del día, una porción importante de trabajadores se saltea esta comida. Hay que tener en cuenta que los nutricionistas recomiendan tomarse media hora de tiempo, por lo menos, y comer una comida liviana.
Pero ¡ojo! Si te salteás el almuerzo porque estás haciendo dieta, tené en cuenta que no hacer una comida no ayuda a perder peso, desequilibra tu organismo, lo hace más lento, lo lleva a consumir menos energía y es propenso a almacenar grasa. Además, almorzar nos hace llegar a la siguiente comida con menos hambre y mejora nuestro rendimiento intelectual.
¿Qué pasa con los que sí almuerzan? Bueno, la mayoría prefiere llevar una vianda hecha en casa, luego se encuentran los
que compran en la calle (por peso, en su mayoría) y por último aquéllos a los que su empleador les provee el almuerzo, según reveló una encuesta de McDondald’s.Si tenemos en cuenta que un plato ejecutivo está alrededor de $80, al mes gastaríamos $1600. Si el salario promedio es de $10.000, un 16% del sueldo se nos va en almuerzos y eso es mucho. El bolsillo es un factor clave. El 56% de los encuestados priorizan el precio a la hora de comprar, un 40% privilegia la calidad y sólo un 4% prefiere la cantidad.
Por eso, tal vez sea una buena opción armarnos la vianda en casa. Para eso, cociná el fin de semana y guardalo en el freezer, o cociná más en la cena para que sobre y poder llevarlo al trabajo al día siguiente.
Es recomendable incluir proteínas (carnes) con vegetales y fruta, evitando las comidas pesadas que nos dan ganas de dormir la siesta.