Este martes se celebra en la ciudad de Parma, Italia, el Campeonato Mundial de la Pizza y el argentino Pablo Gil, que se consagró campeón en la última edición con su especial de rúcula, viajó hacia allá nuevamente para revalidar el título y presentar su «especial de mollejas».
La historia de este cordobés de 34 años es digna de ser retratada: su primer trabajo fue como repartidor en la pizzería de su hermano, pero con el tiempo comenzó a experimentar por su cuenta y terminó subiendo videos a YouTube revoleando masas de pizza hasta convertirse en viral y llegar a oídos de los organizadores del concurso, que llamaron especialmente para convocarlo.
Más tarde, conoció a su esposa, y juntos se mudaron a Paraná, en Entre Ríos, donde abrieron la pizzería La Lorena y comenzaron los videos que le conseguirían el prestigio internacional. Gracias a la era digital los vídeos se viralizaron y Pablo se convirtió en el “pizzero acróbata”. Además de recibir la invitación para varios programas televisivos de gran audiencia, como Showmatch y Cocineros Argentinos, la historia de su destreza con la pizza cruzó el océano y llegó a los ojos de uno de los organizadores del Mundial, quien lo invitó a participar.
El campeonato que lleva ya 25 años de trayectoria tuvo a Pablo como el primer participante latinoamericano. “Todo esto fue en diciembre pasado y la verdad es que pensaba que no iba a llegar. Allá llevan años participando y no quería ir a pasar un papelón. Mi señora me dio ánimo y empecé a entrenar unas 12 horas diarias”, contó en diálogo con el diario Clarín.
El entrenamiento dio sus frutos ya que Pablo se coronó haciendo la mejor pizza del certamen con una de rúcula, entre más de 600 participantes de todo el mundo. Para esta edición, que el miércoles tendrá la definición, no lo dudó y volvió a anotarse, esta vez con la cerveza Schneider como sponsor. Después de mucho probar y variar, Pablo eligió el gusto de la pizza con la que se presentará en el Mundial: “Tenía que unir dos pasiones argentinas, por eso se me ocurrió esta idea, una pizza de mollejas”.
En su pizzería “La Lorena” puede conseguirse la grande de rúcula a 130 pesos, aunque todavía no está en el menú la de mollejas: En Argentina sus amigos y familiares ya se organizan para seguir en vivo la competencia, como si se juntaran a comer todos juntos, con el mismo objetivo: que la pizza argentina sea consagrada como la más rica del mundo.