Según un informe realizado por la International Pasta Organization y su reporte anual de 2015, Argentina es el sexto país que más consume fideos frescos y secos por habitante. Mientras cada italiano come 24,9 kilos de pasta por año, un argentino va por 9,1.
En cuanto a la producción,nuestro país es el segundo mayor fabricante de la región, solo superada por Brasil, en el octavo puesto mundial con más de 390.000 toneladas anuales. Es curioso el caso de países como Estados Unidos que produce 2.000.000 de toneladas pero se dedica mayormente a la exportación y no aparece entre los cinco que más consumen.
Para sorpresa de nadie, Italia está en el primer puesto de consumidores y también de productores, ya que fabrica el 25% de las 14.000.000 de toneladas que se producen en todo el mundo, y exporta casi la mitad.
Junto con este informe, la Unión de Industriales Fideeros de la República Argentina (Uifra), publicó datos locales como que las ventas de pasta seca al mercado internacional bajaron fuertemente desde 2011. Durante 2015, solo llegaron 2000 toneladas a países cercanos con Chile y Paraguay.
La Uifra habla de una «severa crisis», ya que a pesar de la posición de consumo a nivel global, los precios están aumentando a causa de los aumentos en las tarifas de los servicios públicos y así baja la venta.
Los líderes del mercado como los del grupo Molinos, en el tope con Luccheti, Knorr y Matarazzo, están haciendo un lugar en el changuito a pastas secas de segundas marcas, muchas veces las propias de los supermercados que ganan lugar en el consumo local.