En Buenos Aires está repleto de bares y restaurantes que ofrecen imitar la experiencia casi sagrada de los españoles de ir de pinxos y tapeo. Aquí, tres impedibles
Bernata: La española Luz Fernández decidió abrir este restaurante en una esquina estratégica de Palermo, ahí donde Uriarte se cruza con Honduras. Ella personalmente supervisa todo, desde los platos hasta la atención. Reducto elegido por los paladares más exigentes (no es extraño ver al chef Fernando Trocca entre sus comensales),las tapas imperdibles son las croquetas de tinta de calamar, los mejillones en escabeche y la clásica tortilla de papas. Como plus, los próximos dos martes hay un ciclo de Jazz en vivo. Queda en Uriarte 1610.
Sagardi: Es el favorito de los españoles que viven en la ciudad y un imán para todo tipo de turistas. Hay una razón: son los más experimentados. De hecho, el grupo dueño de este restaurante vasco tiene otros 14 locales iguales alrededor de España. Si bien hay varios salones –incluso se pueden armar reuniones privadas- la recomendación es quedarse en la barra y probar alguna de sus ¡ochenta! variedades de pinchos fríos y calientes, que están disponible según los ingredientes de cada temporada. En Humberto 1º 319.
La esperanza de los Ascurra: En Villa Crespo, cerca de los outlets está este restaurante ambientado como un cásico club de tapas español donde se reinvindica el vermouth, pero con aires renovados. Algunas tapas recomendadas: los cubos de salmón con crema de azafrán, las Albondigas con tuco y la burrata. A tener en cuenta: el lugar no es muy amplio y suele llenarse rápido. Mejor, ir con reserva. En Aguirre 526.