La zanahoria es una hortaliza con gran valor nutricional gracias a su contenido en vitaminas y minerales. El agua es el componente más abundante que contiene, seguido de los hidratos de carbono, siendo estos nutrientes los que aportan energía.

Se puede consumir cruda, hervida o al vapor, y su ingesta ayuda a limpiar los dientes y estimula la secreción de saliva, algo que contribuye indirectamente a una buena digestión.

Su característico color naranja se debe a la presencia de carotenos, entre ellos el beta-caroteno o pro-vitamina A, un compuesto antioxidante que se transforma en vitamina A, esta energía queda almacenada en el hígado.

El betacaroteno pertenece a un grupo de sustancias antioxidantes llamadas carotenoides, que están presentes en frutas y verduras de color rojo, amarillo o naranja (pimientos, espinacas, ciruelas, naranjas o duraznos también la poseen).

Así, la zanahoria es un poderoso antioxidante. Muchos nutricionistas aconsejan  tomar el jugo de tres zanahorias en la mañana para cubrir todos los requerimientos del día.

En el último tiempo se popularizó el consumo de jugo de zanahoria con naranja, y aunque es más sabroso, el cítrico contrarresta los efecto positivos del vegetal. Vale la pena probarlo solo, es exquisito, y cuando más fresca esté la verdura, más betacaroteno tendrá.

Alguno de sus beneficios son:

– Prevención del envejecimiento celular

–Excelente anti-cancerígeno

– Cuida y protege la piel

-Alivia gastritis o úlceras en el tracto gastrointestinal.

Sea fresca y rallada en ensalada o cocida en alguna preparación de olla, la zanahoria tiene muchas bondades para aportar. ¿Vos cómo la consumís?