Con la llegada de diciembre comienzan los balances y las reflexiones para un nuevo año. Compartimos algunos consejos para hacer un balance positivo y planificar un futuro prometedor
Los días de diciembre se convierten en un momento propicio para hacer una pausa, reflexionar sobre lo que hemos logrado y planificar un futuro mejor. Tomando las herramientas del método que creó y lleva su nombre, la Lic. Analia Tarasiewicz, nos invita a pensar en estrategias para alcanzar nuestros objetivos en un mundo en constante cambio y a un ritmo vertiginoso. Con frecuencia, nos encontramos atrapados en la vorágine diaria, viviendo en piloto automático y descuidando la introspección acerca de nuestra propia vida.
“Estamos en medio de un cambio de era, en el que la transformación personal y colectiva es esencial, esta transición demanda un enfoque de reflexión profunda, soltar lo obsoleto, ser más empáticos, aumentar la compasión, la escucha activa y la voluntad de abrazarse a uno mismo y a lo desconocido”, explica.
Pero no todos tienen las mismas herramientas ni el desarrollo psicofísico emocional para afrontar la vulnerabilidad que genera transformarse y evolucionar. “El cambio es inevitable y para lograrlo, es necesario detenernos y reflexionar sobre lo que nos dio satisfacción, bienestar, salud y equilibrio, ver los errores como oportunidades de cambio y pensar en un año mejor a pesar del contexto y la coyuntura.”, señala.
Reflexiones para un nuevo año: herramientas poderosas
Te brindamos algunas claves para realizar un profundo trabajo personal y lograr resultados satisfactorios, según su Método:
Ø Agendar una CITA con vos mismo/a: Buscá un espacio en tu agenda que sea impostergable. Encontrá un lugar tranquilo para conectarte con vos. Comenzá haciendo respiraciones profundas y dejá tu mente en blanco durante unos minutos para reducir tus niveles de estrés y ansiedad. Este sencillo ejercicio de calma y gratitud te llenará de energía para empezar.
Ø Desglosar tu YO. Reconocer tus logros y agradecer: Imaginá tu «Yo» en todas sus dimensiones, como la suma de cada uno de los roles y áreas en las que te desenvolvés. «YO TRABAJO», «YO PAREJA», «YO CUERPO»,»YO ESPIRITUALIDAD»,»YO AMISTAD», «YO FAMILIA.». Hacerlo por escrito suele ser más efectivo y claro. Empezá a listar todo lo que te dio placer, satisfacción, lo que estuvo alineado con tus deseos y tomalo como logros del año en cada una de estas facetas. Por ejemplo,: «Este es el año en el que encontré mi pasión, en el que conocí el amor, en el que enfrenté mis miedos más profundos, cambié de trabajo, conecté con mi equipo, fui madre.»
Ø Pensar a Futuro: Definí al menos un objetivo para el próximo año en cada dimensión y luego creá un plan de acción. Algunas preguntas disparadoras: ¿Qué vas hacer? ¿Para qué lo harás? ¿Con quienes? ¿En qué semana o mes te gustaría?. La clave es establecer objetivos realistas para evitar comprar frustraciones futuras, teniendo en cuenta tus circunstancias, recursos y posibilidades. No se trata de una lista de deseos, sino de un plan para vos mismo/a en un futuro cercano que te servirá como guía cuando te sientas perdido/a.
De todos modos, recordá que lo importante es vivir ante todo, no tachar pendientes, ni seguir un plan a rajatabla, sino más bien tener en vista lo que te propusiste rodeándote de quienes te hacen crecer y estar sano/a.
Cuando termines de armar tu plan, obsérvalo detenidamente y fíjate en qué parte de tu vida está teniendo más peso y si causa algún desequilibrio.
Ø Revisar el progreso: Cada 3 meses aproximadamente, toma espacios de reflexión profunda para realizar ajustes en tu plan.
Si sentís que necesitás ayuda o que tus emociones están desbordadas, no dudes en buscar asistencia profesional. Es normal sentirse vulnerable en estos tiempos, y es importante contar con el apoyo adecuado para cuidar de tu bienestar emocional. Las reflexiones para un nuevo año siempre traen claridad.
- Por Lic. Analía Tarasiewicz. Psicóloga del trabajo y Directora de la consultora Trabaja Mejor. @trabaja.mejor. Creadora del Método Tarasiewicz