Ubicado en una esquina estratégica, a pocos pasos de la popular Plaza Serrano, asoma sus barbas Erik Bar, una propuesta refrescante que desembarcó en julio en Palermo Soho con la intención de convertirse en punto de partida para los turistas que deseen conocer la auténtica Buenos Aires.
El flamante espacio ocupa toda la esquina de Honduras y Thames y comprende dos casas recicladas por completo.La planta baja ofrece unas pocas pero confortables mesas y una barra de lo más elegante; el salón del primer piso es amplio y reluciente y por último, el broche de oro lo pone la inmensa y bellísima terraza, de esas que cuando hace calor en Buenos Aires, hay que apurarse para conseguir lugar.
Inspirados en la historia de Erik el Rojo, el vikingo que descubrió Groenlandia, y motivados por ese espíritu explorador, dos viejos amigos de profesiones antagónicas (uno contador y el otro técnico en informática), decidieron dar un giro en su vida y cumplir el sueño de poner un bar. Pero no uno cualquiera: un bar dedicado a los viajes y el turismo.
La propuesta gastronómica es amplia, siendo las “Especialidades del Chef”, el distintivo del lugar. Con aires europeos se puede degustar un Frankfurter (salchicha tipo viena sobre una tostada de pan de cerveza con crema de pepinillo, cebolla y queso y ensalada coleslaw), un Great Britsh (pescado frito con salsa de tomates, pepinillo, cebolla y salsa inglesa) o un jugado Champagne (camembert frito con emulsión de manzana, mix de hojas verdes, mermelada compota de arándano, tostadas y mix de frutos secos).
A estos principales se suma una amplia oferta en sandwichería y minutas, así como distintas tablas de quesos y fiambres, confeccionadas especialmente para maridar con alguna de las cervezas artesanales premium que ofrecen. Por citar algunas, se puede disfrutar de distintas variedades de la marca Otro Mundo, Portlander y Orion. La carta de bebidas se completa con una rica lista de tragos clásicos y de autor y vinos de la bodega Nieto Senetiner. Para acompañar, se puede optar también por las papas Erik, que salen con salsa de quesos, cebolla crocante y polvo de panceta.
Con una cómoda infraestructura, WiFi de alta velocidad y toma corrientes para conectar dispositivos, el lugar se presta para pasar largos intervalos de tiempo y oficiar como base de operaciones para locales y turistas que deseen explorar las infinitas posibilidades que ofrece la ciudad porteña.
Aquellos que circulen por la zona en horas del mediodía pueden deleitarse con el menú ejecutivo mientras que los amantes de la cafetería pueden desayunar o merendar con atractivas propuestas.
Todos los desayunos y meriendas incluyen una taza de té o café a elección y un vaso de jugo de naranja y entre las opciones más tentadoras se encuentran: Mi Buenos Aires Querido (pan de campo tostado,, medialunas, queso crema o manteca y mermelada o dulce de leche), Desayuno en América (hot cakes, manteca, miel, huevos revueltos, pan tostado, panceta crujiente y salchichas) o el de la casa – y contundente- Erik el Rojo (medialunas, pain au chocolat, muffin de chocolate o banana con nuez, pan de campo tostado blanco y negro, queso crema o manteca y mermelada o dulce de leche; huevos revueltos y panceta crujiente).
Con una llamativa fachada, la primera impresión de Erik Bar es la de un espacio cervecero donde suena rock pesado, sin embargo, es grata la sorpresa al ingresar y encontrar un espacio nuevo, relajado, con buen diseño, esmerada atención, precios amigables y libros dispuestos alrededor de las mesas para inspirar y reavivar el espiritu viajero de todos aquellos que lo visiten.
Erik Bar
Honduras 5098, CABA
http://erikbar.com/