El director del departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, Walter Willet, develó la fórmula secreta para el postre perfecto. Se trata de combinar tres placeres: la fruta, los frutos secos y el chocolate negro.
Las frutas aportan frescura y un sabor dulce natural, además del color que le otorgan al plato. Por otro lado, nos dan vitaminas y minerales que nos protegen contra las enfermedades cardiovasculares y diabetes. Por su parte, los frutos secos son fuente de grasas saludables y proteínas, además de sumarnos un toque crocante a la hora de comer el postre. Finalmente, el chocolate negro es beneficioso para nuestro organismo y su sabor amargo contrasta a la perfección con el dulce de las frutas.
Según Willet, el chocolate debe ser lo más amargo posible, de un 70% o más. Cuanto más puro es mejor ya que el chocolate con leche, por la cantidad de azúcar y manteca, contrarresta los beneficios.