Luego de un 2017 intenso para la gastronomía, el 2018 llega con nuevas tendencias en alimentos y bebidas. Según la consultora internacional Mintel, estas son las que dominarán la escena:

  • Transparencia: los consumidores quieren saber cómo y dónde se produce lo que compran

En línea con la tendencia de comer productos naturales, justos y soberanos, los consumidores quieren transparencia y saber cómo, cuándo, dónde y en qué condiciones se producen los alimentos. La trazabilidad y la honestidad cotizará al alza en un sector en el que crece la desconfianza hacia los grandes grupos productores.

  • Alimentos para reconfortar alma

Jugos prensados en frío, helado de té matcha, caramelos con extractos naturales, bayas de goji y mucho más. Durante el 2018 se impondrán aquellos productos que aporten beneficios emocionales al consumidor.

  • Reina la textura: además de ser atractivo, debe ser tangible

Es innegable que el avance de Instagram ha generado una obsesión por conseguir la mejor toma de un plato. A lo visual ahora se suma el tacto y la textura en los alimentos será dominante. Trozos de fruta en yogures y helados, bebidas con pulpa, helados con divertidos complementos, son algunas de las tendencias que reinarán el próximo año.

  • Kits de alimentos para preparar comidas en casa

Con cuidadoso packaging y un sugestivo marketing, las cajas que contienen ingredientes frescos y recetas paso a paso van ganando terreno. Se trata de cajas que generalmente se piden online y ayudan a resolver las comidas de manera veloz y saludable.

  • Endulzantes alternativos

El azúcar blanca refinada dejó de ser una opción a la hora de endulzar nuestros alimentos e infusiones. De cara al 2018, se impone el consumo de endulzantes alternativos y  naturales tales como la stevia, miel de dátil o azúcar mascabo.

  • Carne y leche desarrollada en laboratorios

Remplazar las granjas tradicionales con carne desarrollada en laboratorios es uno de los caminos que está tomando la revolución tecnológica en torno a los alimentos. Aunque suena chocante, los laboratorios la promocionan como una alternativa beneficiosa para combatir el cambio climático.