Se trata de Enoteca Maria en Nueva York, un espacio que sirve platos con gusto a infancia hecho por expertas en la materia: abuelas de todo el mundo.

Jody Scaravella el dueño de este restaurante en Staten Island, Nueva York tomó la decisión de emplear a abuelas en vez de chefs para su restaurant. Cuando inauguró el espacio, hace diez años, publicó en el diario que buscaba «nonnas» que cocinaran platos italianos típicos. Con el tiempo, fue llenando su cocina con abuelas de Siria, República Dominicana, Polonia, Nigeria, Argelia, Liberia y hasta Argentina, entre otros, que se turnan para hacer lo suyo.

El elenco va variando, pero se mantiene un protagonista. Giuseppe Freya, a cargo de la pasta, se pone al hombro los ravioles, ñoquis, tagliatellis y demás clásicos que sirve a los comensales que van en búsqueda de una experiencia hogareña lejos de casa. Cuando le toca el turno a cada cocinera, asume el rol de jefa de cocina y prepara platos de su colectividad para las mesas que se llenan de reservas de todo el mundo. «Cada vez que estas mujeres cocinan, sentís cómo de sus dedos disparan cientos de años de historia. Creo que eso es mágico», resumió Scaravella en diálogo con el periódico especializado Gothamist.