Al argentino le gusta la pizza. Le gusta mucho. Es casi una cita obligada para el viernes a la noche con amigos, en familia, solo o en pareja. Queda bien en la cena con cerveza, con una gaseosa o incluso fría la mañana siguiente. Es como el negro, queda bien con todo. Y hay un montón de variantes. Por eso, porque la pizza ocupa un lugar importante en nuestra vida culinaria, Guía Oleo elaboró una encuesta para conocer las cinco pizzerías que sí o sí tenés que conocer en la ciudad de Buenos Aires.

La Mezzetta

Fue fundada en 1939, es toda una tradición de los vecinos del barrio de Villa Ortúzar. Con el paso del tiempo mantiene su estética original, su estilo, su marca, lo que la hace única. Es ideal para los amantes de lo casero y sabroso, del folclore de «comer de dorapa», codo a codo con gente que no se conoce. Además, se destaca por su pizza a la media masa, deliciosa, especialmente en sus variantes de napolitana y fugazzeta.

El Cuartito

Está ubicada en Barrio Norte. Su salón está lleno de fotos de grandes glorias del deporte y del espectáculo, que abarcan toda la historia de la pizzería, fundada en 1934. Su especialidad es la fugazzeta rellena, con cebolla, jamón y muzzarella y se caracteriza por su pizza al molde.

Güerrin

Esta pizzería necesita poca presentación. Media masa, crocante y jugosa, con exceso de queso y sabores para todos los gustos. Ya sea una de muzza, una de jamón, morrones y aceitunas o algo más exótico como la de alcauciles y palmitos.

1893

Está ubicada en el barrio de Villa Crespo y se especializa en pizzas a la parrilla y a la piedra. Además, ofrecen platos como la Siciliana -con muzzarella, provolone, ajíes en vinagre y longaniza- la de Muzzarella ahumada -muzzarella ahumada y perejil picado-, o la de Queso de cabra -con queso de cabra, tomates secos y albahaca-, entre otras opciones. Es un clásico diferente, y se destaca por su pizza bien finita, seca y crocante.

Parténope

Ubicada en La Lucila, se destaca por ofrecer pizza estilo napoletana, es decir, hecha con una masa que sólo incluye harina de alto glúten, agua mineral, sal marina y levadura (haciendo honor a la pizza italiana). Además, la combinación de ingredientes es medida y cuidada; rige el principio de menos es más. El establecimiento es pequeño y sobrio, y es atendido por sus dueños.