Por Matías San Millán (@matsanmillan)

Villa Crespo es un barrio que nos gusta mucho y en el cual incluso pensamos alguna vez, vivir. Porque si bien en los últimos años creció considerablemente por la propuesta outlet y los nuevos restos que se fueron asomando, no perdió su identidad ni el espíritu familiar donde uno se siente tan cómodo.

Además, Villa Crespo nos encanta y cruzamos media ciudad desde San Telmo, porque está uno de los sitios que más nos gustan para comer de Buenos Aires: Café Crespín. Es uno de esos lugares que como me pasa con el Banco Rojo, probamos casi todo a lo largo de los años y nunca nos defrauda en calidad, precio, experiencia.

Es uno de los café más Brooklyn de la ciudad donde no necesitás tomar un avión para comer hot cakes con syrup igualito al de Aunt Jemima, bagel de salmón con cream cheese y papas doradas al horno, uno de los sándwichs de pastrón más ricos de la ciudad, quesadillas de pollo y cheddar con tacos con guacamole y pico de gallo, y el cinnamon roll más famoso de todos, por el que muchos solo van a Crespin para llevarse su bolsita con rolls de canela.

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Nos gusta tanto que durante Navidad compramos el especial cinnamon roll gigante a modo de pan dulce, y fue el mejor desayuno que pudimos hacer un 25 de diciembre en contexto familiar. La key lime pie es otro fuerte de azúcar que nos encanta y como nos sucede con el bagel, nos transporta al sur americano, a Key West y el calorcito eterno de la Florida.

Cuando vamos a Crespín a brunchear suelo pedir las french toasts con panceta crocante y huevos revueltos como para encarar bien el fin de semana. Cande suele pedir casi siempre las quesadillas de pollo con crema agria o los dados de pollo rebozados. Hay opciones más potentes de brunch con mimosa para no olvidarnos de los ingleses y su gran invento invento, hash browns, y por supuesto, huevos con salsa holandesa sobre english muffins.

Nos resulta increíble que con una carta más bien acotada, Crespín ofrezca gran cantidad de las cosas que nos gustan, desde ensaladas a sándwiches, a su cinnamon roll, las french toasts, las quesadillas mexicanas o los hot cakes mortales que se pueden pedir con helado para engordar la situación. Casi todo lo que nos gusta, recetas de diferentes partes del mundo, en esa esquina pequeña de Villa Crespo.

Café Crespin queda en Vera 699 y abre todos los días, excepto lunes, de 9 a 20 hs ya que no hay cena, y los domingos horario especial a partir de las 12 del mediodía para ir directo a las french toasts. Su fan page para que vean por sí mismos haciendo click acá.