La cantidad de litros de cerveza que compra un hogar, define su consumo. Esta bebida tiene en nuestro país un peso protagónico ya que representa el 60% del mercado, mientras que el 40% restante queda en manos de los vinos (38%) y aperitivos, con un 2%.

 

El consumo per cápita se ubica en torno a los 44 litros y desplaza al vino a un segundo lugar, con 25 litros por año por persona. Sin embargo, estamos lejos de República Checa, el primer consumidor del mundo, con 147 litros anuales per cápita.

 

Un hogar «cervecero» compra cuatro litros cada semana, según un estudio que realizó la consultora Kantar Worldpanel en 3.500 hogares del país, que representa el consumo de 12,6 millones de hogares. En las «casas cerveceras», la bebida representa casi el 80% de su canasta de consumo de alcohol, mientras que el vino queda relegado al segundo lugar.

 

En cambio, los hogares que toman «algo de cerveza» compran sólo un litro por semana, y si bien su peso es importante en la canasta de bebidas con alcohol, se reduce al 60%, con el vino en segundo lugar con un 38%.

 

Los hogares que beben «sólo un poco» compran 220 mililitros, menos que una lata. Esto es igual a comprar dos litros cada nueve semanas.

 

Pero, ¿cuántos hogares del país se pueden considerar cerveceros? De acuerdo a la encuesta de Kantar, sólo el 20%. Cinco de cada diez hogares compran sólo un poco, mientras que un 30% adquiere «algo de cerveza».

 

Además de la cantidad de cerveza consumida, el estudio analizó que quienes son «cerveceros» miran programas de deporte, documentales y shows, mientras que los «poco cerveceros» prefieren los programas periodísticos, musicales, políticos y las series.

Los que compran dos litros de esta bebida cada nueve semanas están relacionados con los hogares que prefieren programas de televisión femeninos e infantiles, mientras que los hogares que directamente no compran la bebida eligen programas educativos, femeninos y de salud, como también las novelas.

En los hogares que le dicen «no, gracias» a la cerveza, el vino es rey: representa un 95% de la canasta de bebidas alcohólicas, con un 5% para los aperitivos.