Seguramente alguna vez dijiste – o escuchaste – que no podés arrancar el día sin una buena taza de café. Si estás dentro de ese grupo, no te podés perder conocer los beneficios que acarrea tomar esa bebida por las mañanas (siempre con moderación, claro).

1. Extra de energía

Este es uno de los motivos por el que la gente lo suele tomar a primera hora del día. La cafeína que contiene le ayudará a despertarse y a activar su cerebro. De este modo, sentirá como un subidón de energía y vitalidad.

2. Contiene antioxidantes

Es una bebida rica en antioxidantes, los cuales se encargan de frenar el envejecimiento celular gracias a su capacidad para neutralizar el daño de los radicales libres en nuestras células.

3. Alarga la vida

Consumir café, incluso en su versión descafeinada, está asociado a vivir más y mejor. Además, según un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine, tomar tres tazas de esta bebida reduce un 10% el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca, lesiones, problemas cerebrovasculares o infecciones.

4. Ayuda a su cerebro

Protege y ayuda al funcionamiento de las células del cerebro. También disminuye el riesgo de padecer Parkinson o Alzheimer gracias a la acción de uno de sus elementos, que todavía no se ha identificado, según han asegurado investigadores de una universidad estadounidense.

5. Aliado del hígado

Según varios estudios, esta bebida es muy importante en el funcionamiento del hígado, ya que sus compuestos químicos disminuyen la aparición de enzimas hepáticas anormales en este.

6. Protege de enfermedades como la diabetes

Algunos estudios aseguran que beber café a diario, pero siempre con moderación, disminuye el riesgo de padecer diabetes del tipo 2.

7. Ayuda a entrenar

El café aporta ese extra de energía o impulso que necesita el cuerpo para entrenar.

8. Importante: siempre con moderación

Los extremos no son buenos, y si abusamos de esta bebida podremos tener ciertas contradicciones como insomnio, ansiedad, acidez estomacal y aumento de la presión sanguínea. Por ello, la cantidad apropiada serían dos tazas al día.