Willow, uno de los íconos culturales del cine de fantasía de los ochenta volvió y no en forma de figuritas. Se sostiene en una serie que incluso, en algunos aspectos, mejora al original.

Por Werner Pertot

Se sabe que Disney viene alimentándose de nostalgia en muchos de sus productos, ya sean las series de Star Wars que reintroducen personajes clásicos de la saga o con nuevas versiones de los clásicos (Hocus Pocus, Encantada, por mencionar las últimas). Pero en este caso apuntaron a uno de los íconos culturales de los ochenta: Willow, la película de 1988 producida por George Lucas (que intervino en el guión) y dirigida por Ron Howard.

El clásico no fue un gran estreno de su momento, pero se fue cocinando como una película de culto, que mostraba a un protagonista de baja estatura (Warwick Davis) embarcándose en una aventura fantástica para salvar a una bebé de una malvada bruja, de la mano de un bribón guerrero (Val Kilmer). La película, que si se la ve hoy tiene más agujeros en el guión que un queso gruyere, se convirtió en uno de esos clásicos como Leyenda, Laberinto, el Cristal Encantado o La historia sin fin

Nunca tuvo una continuación. El mundo en esa película estaba brevemente explicado –aunque tomaba mucho de Tolkien, si bien estábamos a décadas de la saga del Señor de los Anillos de Peter Jackson-, poco desarrollado y la película se centraba en una serie de peripecias que incluían trolls, dragones y todo lo que le gusta a les ñoñes. 

Detalles de la serie

La serie, si vamos al caso, tampoco pierde mucho el tiempo en agregar folklore a ese mundo fantástico de la película original. No hay mucho worldbuilding. La trama inicial es bien sencilla: hay un secuestro y una misión de rescate. La que inicia la misión es la antes guerrera y ahora reina Sorsha, que viene de las películas originales. Su hija, una amiga de la hija (o más que amiga), y una criada enamorada serán las protagonista de la historia junto a Willow.

Y acá hay una diferencia, quizás con la película de los ochenta, que tuvo la característica de tener a una protagonista femenina (la ya mencionada Sorsha, cuyo rol vuelve a ocupar Joanne Whalley). Acá hay tres protagonistas bien distintas: la hija de la reina que no se quiere casar por obligación, una guerrera que quiere ser la primera caballera mujer del reino y una criada que busca a su amado contra viento y marea. Y sobre las tres pesa el misterio de cuál es la Elegida que en la película era solo una beba: Elora Danan, la que viene a enfrentar el mal (para mi gusto, esto lo resuelven demasiado rápido). 

El mal en esta serie será, una vez más, una bruja. Eso sí, sus secuaces están bien caracterizados. Me recordaron a una mezcla entre los cuatro jinetes del apocalipsis y los villanos de los Thundercats (hablando de glorias de los ochentas).

willow

El humor y la ironia en Willow

Hay otra diferencia central con la película original: acá si bien hay una historia de fantasía épica de fondo, el tono es muy distinto: hay muchos chistes e ironías que generan un distanciamiento con la historia que se narra. Como si nada debiera ser tomado demasiado en serio. Es el tono opuesto de la reciente serie de Amazon Los anillos del poder, que se centra en una épica seria. En esto contribuye el elenco mayormente joven que se suma a los actores y actrices veteranos de la película original.

Se extraña un papel  de Val Kilmer, aunque es sabido que debido al cáncer de garganta que tiene, el actor solo aparece en roles adaptados a esta dificultad (como el que tuvo en Top Gun: Maverick). Mientras extrañamos a Madmartigan, su personaje, en rescate de su papel viene su hijo, una suerte de Kilmer versión 2022, todo seducción y bon vivant (aparentemente, en la familia no conocían el uso de remeras, dado que están siempre en cuero). Y otro personaje, una suerte de ladrón y guerreo, que ocupa ese lugar en la trama. 

Algunos interrogantes…

Una pregunta que no alcanzo a contestar:  ¿Para quién es esta serie? ¿Es para los cuarentones nostálgicos que vimos la original y queremos un viaje al mismo mundo de Nelwyns y duendes pequeños y traviesos? ¿Es para los jóvenes adultos, a los que les dedican parte del desarrollo de los personajes –también- jóvenes adultos en un clásico coming of age, mezclado con un viaje de aprendisaje, incluso con guiños LGTBQ+ impensados en los ochentas? ¿Intenta atrapar a ambos grupos? ¿Se queda a medio camino? Me cuesta contestar. Lo único que sé es que los dos primeros episodios no decepcionaron: hubo aventuras, combates, malos muy malos, protagonistas que no dominan la magia, todo lo que esperaba de esta serie.  Y, para estos tiempos, eso ya es bastante.

Willow emitió sus primeros dos episodios por Disney+. Y tiene nuevos capítulos cada miércoles hasta un total de ocho.