En la búsqueda constante por el cuidado de las mascotas, uno de los aspectos clave que a menudo se pasa por alto es la transición de alimentos. Cambiar la dieta de perros y gatos no es un asunto trivial, y hacerlo de manera adecuada es esencial para mantener su salud y bienestar en óptimas condiciones. Compartimos algunos consejos para un cambio exitoso.
Cambiar abruptamente el alimento de una mascota puede causar reacciones adversas, como problemas gastrointestinales, diarrea o vómitos. Los perros o gatos se adaptan lentamente a nuevos ingredientes y texturas, por lo que una transición gradual permite que su sistema digestivo, fundamentalmente su flora intestinal, se ajuste a la nueva dieta sin sobresaltos.
Carlos Vázquez, veterinario de Purina y especialista en nutrición animal, explica: «La transición gradual es fundamental para minimizar problemas de salud. Debemos darle tiempo a que su flora intestinal se adecue a este cambio sin sobresaltos, por eso recomendamos realizar el cambio de manera paulatina. Un cambio brusco en la dieta puede desequilibrar su sistema digestivo y llevar a complicaciones que se pueden evitar».
Consejos para una transición de alimentos en mascotas exitosa
Estos son algunos consejos* para cambiar la dieta de las mascotas de forma segura:
Planificar de forma anticipada: se debe investigar la nueva dieta que se planea ofrecer a la mascota y asegurarse de que sea adecuada para sus necesidades nutricionales y que sea 100% completa y balanceada, con una buena fuente de proteínas. Es importante consultar con un veterinario en caso de tener dudas sobre qué tipo de alimento es el más apropiado.
Introducir gradualmente el nuevo alimento: durante un período de al menos una semana, se debe mezclar el nuevo alimento con el antiguo en proporciones crecientes. Se recomienda hacerlo de la siguiente manera:
Cronograma de alimentos:
Día 1 – 2: se comienza llenando el plato con un 75% del alimento antiguo y un 25% del alimento nuevo.
3 – 4: en esta etapa se recomienda avanzar y llenar el plato a la mitad con el alimento anterior y la otra mitad con el nuevo alimento.
5 – 7: el plato debe estar lleno con el 75% del nuevo alimento y sólo 25% del antiguo.
8 – 10: aquí ya se puede completar la transición y ofrecer la ración adecuada para el tamaño de la mascota, con el plato lleno al 100% del nuevo alimento.
Observar a la mascota: durante todo el proceso de transición, se debe estar atento a cualquier signo de malestar digestivo en la mascota. En caso de vómitos, diarrea u otros síntomas preocupantes, se debe consultar al veterinario de confianza de forma inmediata.
Siguiendo estos consejos, se puede garantizar una transición saludable. Es importante no subestimar la importancia de este proceso y se debe consultar siempre con un veterinario antes de realizar cambios en la dieta de las mascotas.
*Asesoramiento: Carlos Vázquez, veterinario de Purina