Debido a su frescura, dulzor y bajo contenido alcohólico, la sidra se ha vuelto una opción cada vez más frecuentes en bares y restaurantes. Nuevas propuestas, sabores y formatos hacen que su consumo sea más habitual y no solo un asunto ligado a las fiestas.
Como cada año, el 3 de junio se festeja el Día Internacional de la Sidra, para celebrar el inicio de la temporada de cosecha en Asturias, cuna de la sidra de manzanas en el mundo. Por mucho tiempo, al menos en Argentina, el consumo de sidras estuvo asociado a fechas festivas . Pero estamos en condiciones de asegurar que esto ya es cosa del pasado.
El aumento en la preferencia de consumo se debe, en gran parte, a los esfuerzos de las compañías sidreras para innovar y acercar nuevas propuestas en productos y empaques, contribuyendo a crear nuevos espacios y momentos, ya sea para disfrutar solos, en pareja o con amigos.
En casa o en un bar. En un cocktail o con hielo. La sidra es una bebida tan noble y versátil que se ajusta a cualquier ocasión, donde la excusa es solamente el disfrute.
Si de presentaciones se trata, también existe una gran evolución. Además del formato botella, aparece la sidra tirada, muy valorada por los consumidores en bares y restaurantes, y quienes tuvieron la oportunidad de viajar, aprecian que esa tendencia esté disponible en nuestro país, haciendo su consumo en entornos modernos y jóvenes.
¿CÓMO ES EL CONSUMO DE SIDRA EN ARGENTINA?
A nivel mundial la sidra es la bebida con alcohol que más crece, y esa tendencia llega a nuestro país. Argentina se ubica entre los principales 10 países, con un consumo per cápita de 1, 9 al año, pero tiene gran potencial si vemos lo que pasa en Estados Unidos y Europa.
De todas maneras, si bien la categoría sigue teniendo un consumo bien marcado en temporada de fiestas y contexto de fin de año, según un estudio realizado por la consultora GFK, durante la temporada de verano la sidra creció en preferencia frente a otras categorías alcohólicas como vinos, whiskies y espumantes, pero luego, dado el contexto social actual, se registró una retracción natural, volcándose únicamente al consumo en las casas y como reconfortamiento personal, ya que bares y restaurantes, como los lugares clásicos de encuentros, se vieron afectados frente al cierre de sus puertas, debido a las disposiciones de aislamiento social.
Lo seguro es que hablamos de una categoría que seguirá pisando cada vez más fuerte y traerá nuevas opciones para los paladares más sofisticados.
LAS SIDRAS ARTESANALES GANAN TERRENO ENTRE LOS MÁS JÓVENES
En línea con la nueva propuesta y amplitud de ocasiones de consumo, aparecen marcas jóvenes que traen con ellas propuestas novedosas, incluso elaboradas a partir de ingredientes inesperados, que buscan capturar el gusto de los consumidores que van de los 25 a 35 años, principalmente, dispuestos a sumergirse en propuestas diferentes, alejados de los preconceptos de una bebida atada a las celebraciones.
Queda demostrado que dada la versatilidad del producto, es una bebida para disfrutar todo el año y es una excelente opción para acompañar un almuerzo o cena, ya que acompaña muy bien platos livianos elaborados con pollo, pescados, tablas de quesos y fiambres, incluso con pizzas y ensaladas. ¿Vos ya la probaste?
Cada vez hay más marcas que hacen su propia sidra con estilo, conocé la historia de PEER, por ejemplo, y que sigan los brindis!