Quilmes presentó su Quilmes Clásica y no tuvo mejor idea que unir dos clásicos porteños: pizza y birra. La cita fue en Banchero e incluyó una original propuesta de maridajes.
Pocas cosas más porteñas que caminar por avenida Corrientes con el Obelisco como faro y tentarse con una buena porción de muzza de parado. Qué otra bebida sino un vaso de cerveza helada para acompañar, y qué cerveza sino la Quilmes, emblema de la cervecería nacional, para auspiciar ese momento. Exactamente esa fue la propuesta de la cervecería Quilmes que para el relanzamiento de su «Quilmes Clásica» convocó a una gran noche de pizza y birra en una clásica pizzería del centro de Buenos Aires.
La cita fue el pasado lunes 30 de enero en la mítica pizzería Banchero y contó con la presencia de Luis Dimotta, maestro cervecero de Quilmes, que aprovechó para recordar los comienzos de la empresa, desde la llegada del visionario Otto Bemberg (fundador de la empresa en 1888) hasta el lanzamiento de diversos estilos y llegando hasta 2018, momento en que la empresa decidió volver al origen y relanzar al mercado su cerveza clásica, sin conservantes.
Aunque el evento estuvo centrado en la Quilmes clásica, la velada giró en torno al «maridaje perfecto» que se da entre pizza y cerveza. Para eso, se degustaron 3 estilos con 3 comidas diferentes. La cena comenzó con una cerveza rubia, que fue acompañada con una clásica porción de pizza muzzarella, para continuar con una aromática e intensa Bock que combinó a la perfección con la cebolla de la fugazetta rellena. Por último, para aquellos que piensan que el dulce no es compatible con el alcohol, es porque no probaron esta combinación: cerveza stout + alfajor. En este caso, se trató de un Capitán del Espacio, otra marca emblema del sur de la Provincia.
«Quisimos volver a la Quilmes de sus orígenes: sin conservantes ni aditivos. Por muchos años no fue posible pero hoy la tecnología nos permite eliminarlos y mantener el mismo sabor pero sin aditivos», contó Dimotta en diálogo con la prensa especializada invitada. Entre los cambios, también, se incrementó el amargor. En términos técnicos, el IBU de la cerveza pasó de 13 a 15, dando como resultado una cerveza con más cuerpo y con mayor nivel de amargor.
La cerveza Quilmes Clásica ya se encuentra disponible en todos los supermercados del país en formato lata y botella.