Antes de que termine el invierno, la apertura de Malandra propone cazuela de lentejas, arroz meloso, un pastel de papa con osobuco glorioso. Además de otros sabores del recetario porteño con guiños creativos en un polo gastro en auge.

Una pareja que ya tiene su cafetería de especialidad funcionando en Doblas 690, decidió abrir un restaurante de comida tradicional contiguo a su primer local: así nació Malandra. Un neo-bodegón en una ex-cerveceria, allí donde esta calle se junta con Pedro Goyena. “Nosotros, aparte de tener la cafetería Tueste también vivimos en Caballito, y observamos que faltaba una propuesta de este estilo en el polo de Pedro Goyena. Una esquina donde puedas encontrar clásicos de la gastronomía argentina. Platos ricos, pero sin mucha vuelta, como un buen pastel de papas, un guiso de lentejas, una tortilla o unas pastas”, cuenta Vanesa Defey Sosa, fundadora del local.

El salón es muy luminoso, ideal para disfrutar durante los mediodías, pedirse el especial del día o alguna opción a la carta como las empanadas de carne cortada a cuchillo o de la de hongos y queso, que salen con yasgua, esa salsita de tomate -picante y fresca- que les sienta súper. O unos ravioles de pollo a la bechamel de lima. Si llegas con hambre te recibe la panera con focaccia, libritos y grisines para dipear con porotos en conserva y manteca en rulos.

Como en toda verdadera cantina, el objetivo de Malandra es dar de comer casero y abundante. Hay milanesas y lomo a la crema con milhojas de papa. Matambre a la pizza y rabas con salsa tártara. Gambas al ajillo y revuelto gramajo. La tortilla de papa babé sale con alioli de cebolla quemada y togarashi, un mix de especias japonés. El toque especial también está en la provoleta grillada, con miel picante, ensaladita de eneldo, hierbas y nueces tostadas.

El barrio los apoya -ya tienen su clientela fiel del café- y ellos están confiados: “Sin duda Buenos Aires es la ciudad de las oportunidades porque si das bien de comer y tienes vocación de servicio, la gente no solo vuelve, sino que te recomienda. Tenemos la costumbre de salir a comer”.

Al público local y a los visitantes de fin de semana, Vanesa y Heber ya los tienen conquistados con su cafetería, que es punto de encuentro y reincidencia. Ahora van por más: “Los vecinos están re entusiasmados, ya desde que estábamos en obra nos preguntaban por el nuevo restaurante y estaban ansiosos por conocerlo. Ahora están comiendo allí. Festejando un cumple. Juntándose con amigos. Para fidelizar clientes pensamos en los puntos de valor que nosotros mismos deseamos y que podemos ofrecerles. Un buen servicio, abrir todos los días, ofrecer un menú ejecutivo, cerrar la cocina a las 12 de la noche”, cierran los emprendedores, no sin antes recomendar los postres. Flan o peras al vino tinto en código dulces de la abuela. Para innovar: cremoso de chocolate, sal y oliva. Buen apetito.

MALANDRA @somosmalandra
Av. Pedro Goyena 199
Lunes a domingos de 12:00 a 16:00 y 20:00 a 01:00hs