El maní es indispensable a la hora de tomar una rica cerveza o preparar una picada. Pero, ¿alguna vez nos preguntamos cuáles son sus beneficios? Son bastantes.

El maní tiene nutrientes y grasas saludables, pero no hay que abusar porque son bastante calóricas. El maní de forma natural no contiene grasas transaturadas, azúcar, ni sodio. Por el contrario, las grasas que contiene son en mayor parte monoinsaturadas (el tipo de grasas saludables encontrada en el aceite de oliva) y polinisaturadas (las grasas tipo Omega: 3, 6 y 9). Todas ellas son beneficiosas para el sistema cardiovascular y aportan energía a los requerimientos diarios.

Para las embarazadas, el maní aporta una gran cantidad de ácido fólico que ayuda a una correcta ovulación pre-embarazo y a un desarrollo normal del bebé, previniendo malformaciones y problemas de gestación.

Por otro lado, consumir maní, aunque contiene grandes cantidades de grasa, su consumo, ayuda al hígado a equilibrar su funcionamiento y al páncreas a procesar más fácilmente el azúcar.

El maní tiene fibra, lo cual lo hace saludable para el corazón y el sistema digestivo, lo que disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas o de colón. También reduce los niveles de colesterol en la sangre.

Además, el maní es un afrodisíaco y al ser especialmente rico en Zinc, un mineral que se encuentra en las células por todo el cuerpo y que es necesario para numerosos procesos metabólicos, especialmente durante la actividad sexual.

También tiene propiedades antidepresivas y una taza de maní al día puede ayudar a generar niveles altos de serotonina en el cerebro, que se traduce en un equilibrio hormonal y convierte al maní en un aliado natural contra la depresión. Su alto contenido energético ayuda a disminuir la sensación de debilidad, cansancio y apatía.

Finalmente, es digestivo, hace que disminuya el nivel de alcohol en la sangre, así como sus efectos. Consumir una cantidad moderada de maní antes de tomar alcohol permite una mayor resistencia y puede incluso (hasta cierto punto) prevenir el “ratón”.