Siempre que hablamos del vino hacemos hincapié en sus mejores características: sus aromas a fruta roja o especias, su frescura en boca, su redondez o su acidez. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y a veces, el vino embotellado puede traer en su interior algo más que el elixir de Baco.

Repasemos los 5 defectos de vinomás comunes que podemos encontrar en botella y algunos tips para – en los casos que sea posible- prevenirlo.

DEFECTOS DEL VINO: CÓMO IDENTIFICARLOS

  1. Aromas sucios
    Como ya se ha dicho, uno descorcha un vino en busca de cierta complejidad aromática, agradable para los sentidos. Sin embargo, puede pasar que al abrir una botella sintamos olores desagradables como a sudor o cuero mal curado y probablemente sea a causa de una contaminación con Brett. La Brett es una levadura que habita los espacios fermentativos y que si bien en concentraciones bajas puede sumar aromas terciarios al vino, cuando su presencia predomina, arruina la botella. Para prevenirla, una buena limpieza en la bodega es clave.
  2. Picado acético
    Fenómeno espontáneo que se origina en la superficie del vino y consiste en una proliferación de bacterias que acaban afectando a la calidad del vino. Técnicamente, este proceso consiste en la oxidación del etanol en ácido acético. En criollo, significa que en nariz se percibirá un aroma avinagrado, dando como resultado lo que conocemos como «vino picado». Este defecto no se puede corregir pero sí prevenir con un buen corcho y un correcto almacenamiento del vino.
  3. Olor a corcho
    Es quizás uno de los defectos más comunes y más fáciles de reconocer. Se trata de un defecto generado en el corcho que se origina en la corteza del alcornoque y que, una vez en contacto con el vino, lo arruina por completo. Mejor conocido como TCA por los expertos, su presencia se percibe en nariz como moho y cartón mojado, y lamentablemente, la única solución, una vez contaminada, es desechar la botella.
  4. Botrytis
    Otro problema que puede surgir es la Botrytis cinerea, también conocida como «podredumbre noble», que se origina en el viñedo y afecta a las uvas progresivamente. Si se le permite evolucionar lo suficiente, otorgará uvas pasas con gran concentración de azúcar, ideales para vinos de postre. En caso de que esa no sea la intención, un vino contaminado con botrytis se percibirá en la copa con aromas terrosos, no del todo placenteros.
  5. Vino oxidado
    Cuando en la copa estamos frente a un vino que ha perdido su brillo y color y desprende aromas a manzanas pasadas, es probable que estemos frente a un vino esté oxidado. Para evitar que esto suceda, es de vital importancia preservar los vinos correctamente, en un ambiente seco, oscuro y en posición horizontal. De esta manera, el corcho permanecerá húmedo y evitará rajaduras que permitan el paso del aire y se lo cuidará de la exposición al sol.