joker 2

Joker 2 introduce a Lady Gaga como Harley Quinn y hace de la historia triste del Guasón un musical extraño, muy triste por momentos, por otros desconcertante. 

Por Werner Pertot

Cuando se estrenó Joker fue una bomba, no solo por la actuación de Joaquín Phoenix, sino porque no se pensaba que se pudiera hacer una película asociada a Batman (en este caso, la historia de origen de su principal archienemigo) como un drama hecho y derecho… Sin embargo, lo fue. Además, trajo la discusión de si no se estaba “humanizando” la maldad de un criminal como el Joker. La secuela (Joker 2: Folieu a Deux) promete traer polémica: no solo porque la trae a Lady Gaga como Harley Quinn, la novia del payaso criminal, sino porque es casi en un 80 por ciento un musical. Esto por momentos funciona en clave de la tristeza de la película original y por otros es desconcertante.

Mientras veía la secuela de Joker no podía dejar de pensar en Bailarina en la oscuridad, esa película oscura protagonizada por Björk que también era un musical y que también era desconcertante. Pero donde Björk logró ser sublime, Lady Gaga queda metida en un guión que no conecta con la soledad y la tristeza como ocurrió en la primera película. 

Locura de a dos

Ella, no obstante, es una adición interesante en esta película: una fanática que busca conectarse con lo peor del personaje de Phoenix. No obstante, esa locura nunca se explora en profundidad: el personaje de Harley en esta película no deja de ser un complemento de Joker, lo cual hubiera sido más o menos natural si estuviéramos hablando de una película de hace una década.

Pero, de un tiempo a esta parte, el personaje de Harley Quinn tuvo más de una película propia, incluida Aves de Presa donde se emancipa de Joker como novio tóxico, tuvo una serie animada en tono de comedia oscura donde hace lo propio. Es decir, Harley hace rato que no es “la novia de…”. En ese sentido, me hubiera gustado que el personaje en esta película hubiera estado mejor escrito. Hay que decir que Lady Gaga hace lo mejor posible con lo que tenía. Pero no deja de ser una función subsidiaria del protagonista.

Hubiera sido más interesante una exploración mayor de su identificación con el lado más tóxico de Joker, quizás como metáfora de las groupies en general. 

Real o locura

Lo que nos lleva a pensar: lo que se ve en Joker 2, ¿es real o es un delirio en la cabeza de Joker? Hay elementos para pensar en las dos cosas. Ya desde el tráiler se veía esa posibilidad, y sobre todo considerando ciertas cosas que ocurrían en la primera película con una mujer y que no les voy a spoilear, pero si la vieron saben de qué hablo.

Este carácter liminar de todo lo que vemos está presente casi siempre: en algunos casos, claramente nos damos cuenta de que estamos viendo una fantasía en su cerebro, en otros, la dura realidad, pero en gran parte del film de dos horas 18 minutos, algo indecisible. Y este me parece uno de los aciertos de la película, el dejarte pensando si algo de lo que viste realmente sucedió o si te mostraron solo el delirio de un loco. 

joker 2

Una versión rebajada

No obstante, la película no puede dejar de sufrir en comparación a la original. En principio, si bien tiene tristeza, es menos triste que la primera. Joker logró meterte en el mundo de angustia y violencia del psicótico, que te da pena y miedo a la vez. Te mostró como lo trataba la sociedad, la relación con su madre. 

De ese mundo, pasamos a un esquema hollywoodense mucho más sencillo con claves de películas del estilo de “la personalidad dividida”, que tienen mucho menos agarre emocional. Ojo: hay momentos muy tristes en Joker 2, pero también hay una buena parte de la película que pasa por otro lado. Ese otro lado es perderse en largas escena del juicio que se le sigue al Joker por los crímenes que cometió en la primera película, donde reaparecen personajes de ese film a contarnos cosas que ya sabemos. 

En este punto, esta segunda parte –incluso para quienes superen la extrañeza del musical- es una versión menos redonda que la primera. Y que pierde la fuerza de la primera de ser una suerte de alegoría de la era Trump y del elogio de la crueldad. Las masas que adoran a Joker en la primera siguen estando ahí, pero poco o nada se termina haciendo con ellas. 

Nuevamente, lo que más me molesta es la oportunidad perdida: esta película podría haber mostrado de una forma más interesante la fascinación por figuras crueles de nuestro presente. Pero se pierde en un drama romántico que no termina diciéndonos tanto como hubiera podido. 

  • Joker 2: Folieu a Deux está disponible solo en cines.