En una esquina privilegiada, en la famosa avenida Dardo Rocha de San Isidro, se alza la bandera del buon mangiare de la mano de Ike Milano, el restaurant de cocina italiana que avanza rápidamente por el camino del éxito.
Ike Milano abrió sus puertas a fines del 2013 y el éxito que cosechó en este corto período es el fiel reflejo de la pasión que imprimen en cada uno de los detalles del restaurant: la decoración, el ambiente, la atención y sobre todo la cucina. Alberto Giordano, su creador, es un auténtico tano. Nació en una ciudad del norte, muy cerca de la elegante Milan, pero su familia es oriunda del sur, de la bellísima Costa Amalfitana, de donde absorbió todos los secretos de los sabores mediterráneos. Se crió entre las ollas y sartenes del restaurante de su familia hasta que, inspirado por los cuentos del abuelo, decidió emprender su propia aventura en Buenos Aires.
“Al principio nos costó adaptarnos; el argentino es muy costumbrista y antes de ir a un lugar nuevo busca referencias. Sabe comer y cocinar y elige lo que sabe que es bueno; su objetivo es pasar una linda velada, que sea de disfrute”, asegura Alberto. Y ciertamente eso sucede en Ike Milano. Desde el primer momento en que las mozas sonríen con frescura y se ofrece una panera –infaltable- para degustar un aceite aromático con peperoncino hasta el final de la velada que tiene su broche limoncello artesanal.
Luego será el turno del tradicional antipasti entre los que se pueden elegir varias opciones deliciosas como la Burrata con rucola pomodorini secchi; Parmigiana di melanzana; Prosciutto crudo spagnolo e melone, entre otras. Pero sin duda el más popular, y que por su abundancia podría oficiar de principal, es la Frittura Mista di Mare, rebozante de mariscos cuya presentación, en una bolsa de papel madera, está pensada especialmente para absorber el aceite y conservar la temperatura –tradición adoptada de la región del sur de Italia-.
Para continuar, el protagonismo del primer plato lo tienen las pastas y sus salsas. En este punto, cabe destacar que aunque la cocina local le debe mucho a Italia, hay diferencias notables. “Aquí se come mucho lácteo: queso, crema, en cambio en Italia la base es el tomate”, apunta Alberto, que debió adaptar su cocina “al palato argentino”.
“Un ícono de nuestra cocina son los ‘gnocchi alla Lucia’, un plato con roquefort y pesto de rúcula. Cuando abrimos, era noviembre y hacían 40 grados y Pepe (Giuseppe Maddalo, el chef) sugirió: ‘¿Por qué no probamos?”, rememora Alberto que en ese momento le pareció una locura y para su sorpresa, lo pusieron una noche como sugerencia y desde ese momento, la gente comenzó a volver especialmente por ese plato.
Otros de los hitos del restaurant son el Paccheri Porcini, frutti di bosco e Sardo; el clásico Risotto Mari e Monti, o el imbatible Linguine con frutti di mare, con la pasta bien al dente y colmada de mejillones, camarones y calamar que se comen, por supuesto: sin queso. Además hay cortes de carne premium como bife de chorizo y salmón alla vodka, que desfilan incesantemente por las mesas.
Para el que quiere algo fresco, hay varias y originales opciones de ensaladas y para los que saben que una buena velada no está completa sin el postre, una sola palabra: Tiramisú. El perfecto equilibrio de sabores hace que puedan degustarse en un solo bocado el café, el bizcochuelo y el queso mascarpone. Además, se destacan la torta invertida de manzana – caserísima, la Pannacotta con cioccolato, entre otros.
Mientras se disfruta de todos esos sabores bien logrados, Alberto circula entre las mesas con sutileza y una sonrisa a cuestas. Saluda a aquellos clientes que se convirtieron en habitués y canta el tanti auguri a los nuevos invitados. Para él, la premisa de «mi casa es tu casa» rige la esencia de su cocina, y con ese espíritu busca que todos los comensales se sientan a gusto.
Las generosas porciones a precios amables hacen de una velada en Ike la ecuación perfecta. Como si esto fuera poco, para coronar una maravillosa comida, en una ubicación rodeada de vegetación y casas bajas, se sirve una copita de auténtico y delicioso limoncello de cortesía y los jueves, hay música en vivo al ritmo canzonettas italianas: para nostálgicos y no tanto.
Una propuesta original, en un ambiente cálido, familiar y distendido en la que los italianos Alberto Giordano y su socio, el chef Giuseppe Maddalo lograron imponer su gusto por la verdadera cucina italiana, con distintas innovaciones para adaptarlo al paladar argentino.
Ike Milano
Dirección: Dardo Rocha 2606, Martinez
Tel: 4717-2993
http://www.ikemilano.com.ar/