Por Candela Sánchez Fourgeaux (@candelasanchezf)

Green Eat es una cadena de comida rápida saludable, green como bien evoca su naming, que me encanta. En viajes tanto en Europa, New York o incluso Miami, comí en conceptos similares del chatarra healthy, y me preguntaba cómo era posible que en nuestro país no tuviéramos al alcance de la mano una rica ensalada o un buen sándwich en lugar de tantas hamburguesas con papas congeladas, empanadas con cualquier relleno donde todas saben lo mismo y tartas, tartas por todos lados.

Conocí el primer Green Eat – en Santa Fe 1661-, en 2013 en el marco de su apertura y a primera vista me gustó mucho la propuesta. Luego conocí Green Eat en Galerías Pacífico, la única opción sana que encontré y encuentro en un shopping, y cuando finalmente llegaron a Microcentro, lo nuestro se convirtió en un vínculo duradero. Porque la vida oficinista suele estar bombardeada de tartas que son todas iguales, no importa si el relleno es jamón y queso o espinaca, tienen el mismo gusto, pastas pasadas, ensaladas con lechugas sin lavar que tuve que devolver en más de una oportunidad, y muchas veces recurría a mi tupper, cuando tenía tiempo de armarlo y cena previa casera en casa, o bien un yogurt en el escritorio. Eso era todo.

Por lo lo cual poder contar en la vida diaria con una opción más saludable y rica -es tan importante el sabor- me hizo querer un poquito más a Green Eat. Me hice fanática de la ensalada Caesar con un dressing ligerito, apta para seguir trabajando, y daditos de quesos en lugar del calórico parmiggiano, además de abundantes hojas verdes; del yogurt con granola con muchísimos frutos secos, del hummus en su Expreso Oriente, del Sr. Salmón, el bagel que transporta a cualquier oficinista a New York. También hay opciones más calentitas para el invierno como las albóndigas veggies, de lentejas y berenjenas, con arroz yamaní, queso en hebras, salsa de tomate natural y choclito, o bien las Carnitas, carne braseada con salsa de tomate natural y especias, arroz yamaní, cream chease y legumbres, opción que a Mati le gusta tanto y es más novio/marido friendly.

IMG_0068

Y casi me olvido de lo que casi más me gusta: el sushi con ensaladita, algo muy difícil de conseguir en tierras de Microcentro a no ser que llamemos a algún delivery, o si bien hay alguna que otra opción, no se caracterizan por tener buena calidad. El sushi de Green Eat lo supersiva Takehiro Ohno, el chef japonés que todos conocemos por haberlo visto en El Gourmet, entre niguiris y rolls. Es una propuesta muy fresca para todo el año, saludable e ideal para terminar con cafecito y seguir trabajando en la oficina. Vayan temprano porque me sucedió de haber ido a las 15 hs a GE Microcentro y no encontrar ni una bandejita. Conocimos a Ohno durante un evento y nos contó toda su técnica, de cómo de Osaka terminó en Buenos Aires en una cultura muy diferente pero con la misma filosofía: que el cliente sea feliz. Es por ello que destaco que en Green Eat siempre te reciben con una sonrisa.

Ayer se realizó la apertura de un nuevo Green Eat en Belgrano, en Cabildo y Olazábal, y allí estuvimos para corroborar que nuestro amor por la cadena saludable se extiende por toda la ciudad. Cervezas coronaron el encuentro con Chocotorta un hit del la cadena- , rolls de sushi con mango y música en vivo de la mano de AfroChic Dúo.

IMG_0060

El precio de un sándwich más bebida, ronda el promedio de $120 a $150. En Instagram pueden encontrar todas sus opciones además de que cuentan con productos take away: dulce de leche orgánico, mermelada de pera, mango y jengibre, sin azúcar agregada como todo el menú, granola crujiente sin conservantes y su propio merchandising de tazas y vasos.

Vecinos de Belgrano: sean felices y coman en Green Eat.