Netflix se jugó a adaptar una trilogía compleja del gran autor de ciencia ficción chino Cixin Liu: El problema de los 3 cuerpos. Extraterrestres, teorías físicas cúanticas y mucha intriga.
La idea de una invasión extraterrestre fue tratada por la literatura y el cine de cien modos diferentes. Pero el escritor chino Cixin Liu pareció encontrar uno nuevO. Es el autor de una trilogía de ciencia ficción que inicia con el libro El problema de los 3 cuerpos. En principio, se trata de una saga que abreva en la física pura y dura (como el nombre del libro indica) y que no parecía ser adaptable. Pero ya se adaptó dos veces. La primera fue una serie china (la pueden buscar en YouTube) y ahora Netflix trae la versión occidental que tiene potencialidad de convertirse en una de las marcas del streaming de la N roja. Tiene detrás a David Benioff y D.B. Weiss, los showrunners de Game of Thrones y al director Alexander Woo. A lo largo de ocho episodios, la serie juega con el misterio, las conspiraciones humanas y de otros mundos, la ciencia ficción de buena calidad y un videojuego que todos quisiéramos jugar.
El comienzo de la serie emula el del libro (que, hay que decir, es parte de una trilogía, que se completa con El bosque oscuro y El final de la muerte). Y es un comienzo que los va a chocar por lo político. Sucede que una de las protagonistas ve en plena revolución de Mao en la China comunista cómo juzgan a su padre en 1966 por enseñar teorías físicas que no están de acuerdo con la doctrina revolucionaria, como la teoría del big bang y la relatividad. Este comienzo me produjo el mismo efecto que en la novela: te descoloca. ¿Qué estoy viendo? Un documental sobre la china comunista o una serie de ciencia ficción. No les cuento el desenlace de ese juicio pero sepan que tendrá un peso muy importante para el destino de la humanidad.
El misterio galáctico
La serie sigue la historia de una serie de científicos que deben lidiar con el contacto con una civilización extraterrestre (los San-Ti). Estosviven en un planeta lejano y su objetivo con respecto a la tierra al principio no está claro (y no se los voy a contar). El drama humano de cada uno de esos científicos es uno de los motores principales de la serie, que tiene unos efectos especiales bien dignos pero que no se recuesta en ellos.
El otro aspecto importante es el misterio (por eso no quiero contar demasiado): como en Lost, los momentos más interesantes de la serie son cuando no sabés qué está ocurriendo realmente. Arranca con una serie de suicidios y muertes inexplicables de científicos alrededor del mundo que solo son el primer hilo de la madeja.
La serie juega con distintas temporalidades y pone en escena, además de discusiones físicas o filosóficas, un conflicto que es bien entre humanos. ¿Qué se hace cuando se sabe que hay otro del otro lado de la galaxia?
En el medio, hay un videojuego de realidad virtual que jugará una parte interesante de la trama y ayudará aclarar esas cuestiones que se consideraban inadaptables del libro. La ciencia juega un papel en esta serie, pero no la hace oscura ni incomprensible. Se va a hablar de teorías cuánticas, de otras dimensiones por fuera de las tres que conocemos, de nanotecnología, entre muchas otras cosas. Una serie bien para geeks, pero abierta al público en general.
Se nota que le pusieron todo a la serie. Además de los showrruners de GOT, entre los productores ejecutivos están Rian Johnson, Brad Pitt y Rosamund Pike. Hay mucho interés en que esta ficción china funcione para todo el mundo.
Una escala planetaria
Luego, a medida que la serie avanza, todo cobra una escala planetaria, como ocurría con la adaptación que hizo Apple TV de Foundation, de Isaac Asimov. Los planes y las conspiraciones se miden en siglos y abarcan a todo el planeta, quizás a más de un planeta.
Es una serie que plantea un clima de conspiración permanente. Mucho pelear contra un enemigo invisible, mucho no saber qué es lo que se está enfrentando. Y el adversario siempre va dos pasos adelante y parece saber todo lo que va a ocurrir en el futuro. Este clima no hace perder el objetivo, los motivos y las cavilaciones de cada uno de los personajes que puso en escena. Benedict Wong hace muy bien de un policía cansado que va a acompañar a estos científicos en descubrir la trama que amenaza al mundo en el que vivimos. Traídos derecho de GOT, tanto Jonathan Pryce y Liam Cunningham cumplen papeles centrales en la trama, que desempeñan con habilidad de orfebre.
Al principio, pensé que iban a ser demasiados: demasiadas historias que contar (son cinco o seis protagonistas, y no hay uno al que podamos llamar “el principal”). Pero a medida que la serie avanza todo va cobrando su sentido y cada personaje funciona como un mecanismo de relojería dentro del relato general. Así ocurre cuando las historias están bien hechas.
Bonus track
Si les gusta la ciencia ficción pura y dura, les recomiendo que también le den una oportunidad a Constellation en Apple TW. Una astronauta que sufre un accidente extraño en el espacio y cuando vuelve todo está cambiado: su hija es un poco distinta, y el mundo también. Más misterio y ciencia ficción para seguir sumando.
- El problema de los 3 cuerpos estrena su primera temporada en Netflix el 21 de marzo