El seitan pasó del anonimato a convertirse en pieza fundamental en la cocina vegetariana y macrobiótica. Se trata de un alimento a base de gluten de trigo que suele reconocerse “carne vegetal” por su textura y su alto valor proteico, lo cual lo convierte en el sustituto ideal de la carne vacuna.

Antes era una exclusividad de quienes seguían una alimentación vegana o vegetariana, sin embargo, hoy es posible encontrar este ingrediente en múltiples formatos. Muchas dietéticas y tiendas naturistas venden seitan en formato «milanesa» o simplemente presentados como un bife.

Los restaurantes, atentos a las nuevas demandas del público, cada vez suman más propuestas que incluyen este tipo de alimentos, preparados con las mejores técnicas e ingredientes y sorprendiendo hasta a los paladares más escépticos.

El seitan no contiene grasas saturadas ni colesterol, por tanto, colabora a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Es un alimento de origen chino que tiene más de 600 años y los japoneses, habituales consumidores del seitán, lo denominan Kofu. Además de ser una fuente de proteínas, contiene vitamina B2 y hierro, aportando muchas menos calorías que la carne.

Se puede combinar con pastas, cereales, o maniobrarlos como si fuera carne para formar albóndigas, croquetas, rellenos de empanadas, etc. En la actualidad, se consigue en casi todas las dietéticas o casas especialidades. Algunos productores artesanales son Vegetalia o Casa Vegana.

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Entre las propiedades del seitan se destaca que:

-Es rico en proteínas y fibras.
-De fácil digestión, contribuye a prevenir el estreñimiento.
-Reducido en grasas y libre de colesterol.
-Bajo en calorías: 150 gramos de seitán aportan apenas 140 Kcal y cubren casi la totalidad de la dosis diaria recomendada de proteinas.
-Tan saludable como versátil, puede cocinarse en forma de bifes, milanesas, tacos o hamburguesas, entre otras alternativas.