El queso es uno de esos placeres culinarios más preciados: cómo reconocer si un queso es de buena calidad. De la mano de un maestro quesero revelamos las características principales de cada tipo de queso para que la próxima que vayas a comprar sepas cómo elegir el mejor.
El queso es un alimento sólido que se obtiene por maduración del cuajo de la leche tras descartar el suero. En la antigüedad, los griegos lo consideraban un regalo de los dioses y algo de eso siguen sosteniendo en la actualidad los amantes de este manjar. Al punto que hoy existe un día especial para celebrarlo y resulta una buena oportunidad para aprender a conocer mejor las cualidades de este alimento al que nadie se puede resistir.
Cómo reconocer un queso de buena calidad
Ismael Bracco, Maestro quesero de Luz Azul, comparte sus conocimientos para aprender a identificar un buen queso. La empresa argentina de lácteos se destaca por su gran variedad de quesos elaborados según la tradición de los mejores maestros queseros del país. Entre sus productos más populares se encuentran los quesos de pasta blanda como el Cremoso, Por salut y Por salut descremado sin sal-; los semiduros como el clásico Pategras, Fontina, Gouda, Pategras sandwich, Gruyere y una gran variedad de quesos saborizados. También elaboran quesos duros como Sardo fresco y estacionado, Romanito, Reggianito, Provolone y Parmesano así como también Crema de leche y Ricota en dos presentaciones.
Duros, semiduros o blandos…Todos tienen su secreto. Para elegir el mejor queso estas
son algunas características para tener en cuenta:
QUESOS DUROS:
Los quesos duros son aquellos con mayor tiempo de maduración, lo que produce unas notas más picantes en su sabor, con una textura única, ideales para rallar. Qué tener en cuenta para elegir un buen queso duro:
- Tiene que tener una grana pronunciada, de masa cerrada y quebradiza.
- No tiene que presentar ojos ni grietas tanto en su corteza como en el interior.
- Su corteza debe ser delgada y su textura homogénea.
- La corteza debe ser seca, sin películas oleosas, al igual que su interior.
QUESOS SEMIDUROS:
Los quesos semiduros tienen una textura más suave y un aroma levemente dulce. Dentro de esta clasificación nos encontramos con una amplia variedad que se puede dividir entre quesos con ojos y quesos sin ojos. Qué tener en cuenta al momento de elegir un buen queso con ojos:
- Estos quesos son de textura más blanda lo podemos notar al tacto aplicando una leve presión en el queso.
- Los ojos característicos de estos quesos son redondos bien definidos, brillosos y distribuidos de manera homogénea. El tamaño de estos ojos dependerá de que tipo de quesos estemos eligiendo. Los quesos con ojos de mayor tamaño suelen tener un sabor más desarrollado.
- Los ojos muy pequeños o cavernosos, no son una característica deseada en ningún
queso, suelen estar relacionados con algún error en el proceso de elaboración.
Que tener en cuenta al momento de elegir un buen queso sin ojos
Esta variedad es de sabor más suave respecto a los quesos con ojos. Su masa es homogénea, textura suave, sin ningún tipo de ojos o grietas en su estructura.
QUESOS BLANDOS:
Los quesos blandos tienen una textura cremosa, un sabor más suave lo que hace que combine perfectamente en todas las comidas. Qué tener en cuenta al momento de elegir un buen queso blando:
- El queso cremoso tiene el agregado de materia grasa lo que aumenta su cremosidad.
- Estos quesos deben tener una textura lisa, sin grietas ni ojos de ningún tipo.
- Su color debe ser parejo en toda su estructura y no presentar bordes más oscuros, eso
marcaría un exceso de secado superficial en el queso. - No debe tener suero, el queso si bien es blando, no debe desuerarse en ningún
momento.
QUESO MUZZARELLA:
El queso muzzarella es un queso de pasta hilada que se elabora fundiendo por temperatura las proteínas obtenidas durante la coagulación de la leche al mismo tiempo que se las va amasando para orientarlas en un mismo sentido. Su sabor es suave, levemente ácido y de textura homogénea. Qué tener en cuenta al momento de elegir una buena mozzarella:
- Su color debe ser un blanca amarillento, más claro que el color típico de la manteca.
- Debe tener una textura lisa, pareja, no presentar grietas.
- No sebe liberar aceite o tener su superficie con aspecto oleoso.
- Su olor tiene que ser tenue, no debe presentar olor fuerte ni acido.
¿Qué te pareció esta información? Ahora ya lo sabés y podés implementar estos consejos en tu próxima compra.