Ubicada en el barrio de Recoleta y reconocida por ser punto de encuentro de estudiantes y docentes universitarios, la plaza Bernardo Houssay tendrá su propio polo gastronómico y cultural promovido por el Gobierno de la Ciudad.
El proyecto contempla la construcción de locales gastronómicos, culturales y áreas a cielo abierto en el primer subsuelo del parque, así como el reacondicionamiento de la plaza y su entorno para los miles de peatones que a diario transitan por la zona. Según consignó el diario La Nación, el diseño y los trabajos serán ejecutados por una firma privada que ganó la licitación meses atrás, explotará el espacio durante 20 años y deberá abonar a cambio un canon mensual. El plazo para las obras es de 18 meses.
Desde el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, que supervisa los trabajos, indicaron a La Nación que desde la vereda de la avenida Córdoba se realizará una «leve inclinación hacia el subsuelo y el centro de la plaza para crear un anfiteatro natural y permitir una gran diversidad de actividades». Así, la nueva área a cielo abierto estará unos metros debajo de la superficie. Allí se generarán 1.900 m2 de espacio público con locales gastronómicos, comerciales y culturales que se conectarán con el denominado nivel 0 de la plaza.
«Será obligatorio que los locales cierren como mínimo a las 23 para extender el uso y el movimiento de la zona, lo que contribuirá a mejorar la seguridad», agregaron desde el Ministerio. Tendrá, además, un acceso directo a la línea D del subte y a los estacionamientos del segundo subsuelo.
Los trabajos del campus urbano serán complementados con tareas de mejoramiento de la plaza y su entorno, lo que incluye la puesta en valor de las veredas, la instalación de nuevo mobiliario y farolas, y la conservación de la superficie verde. Habrá un nuevo trazado de caminos para que los peatones puedan atravesar la plaza de forma diagonal.