claridge hotel

El emblemático Claridge Hotel, que abrió sus puertas en la década del 40, mantiene su estilo único y sorprende con su bar notable y servicio de té Adelantándose a la celebración de sus 80 años, impulsa encuentros culturales que conectan a los porteños con las letras y el arte

Detrás de su fachada neoclásica y su lobby de aires londinenses, el Claridge Hotel preserva una de las experiencias más distinguidas del centro porteño. Cada mediodía, su restaurante ofrece un almuerzo ejecutivo que combina sencillez y refinamiento. Una propuesta ideal para quienes buscan un servicio ágil sin renunciar al savoir-faire que distingue a los grandes hoteles.

La pausa de la tarde tiene su propio ritual con La Hora del Té. Bandejas con fina patisserie y el perfume tenue de los tés seleccionados hacen de este servicio una experiencia ideal para compartir. Todo enmarcado en un ambiente donde la porcelana convive con la historia, y el bullicio urbano se desvanece detrás de las cortinas.

Pero el Claridge no se detiene en los sabores. Fiel a su espíritu cosmopolita, el hotel suma ahora un nuevo capítulo de su agenda cultural con el “Claridge Literario”, un encuentro que invita a mirar la ciudad desde la palabra. 

La periodista y escritora Mariela Blanco presentará su libro Tan Buenos Aires (Editorial Dunken), acompañada por la arquitecta y artista plástica Marga Fabbri, en una charla que entrelaza patrimonio, memoria urbana y el pulso de una ciudad que se reinventa sin perder elegancia.

La cita será el próximo viernes 14 de noviembre a las 20.00 hs en el Piano Bar (Tucumán 535), como preámbulo de la celebración del 80 aniversario del hotel. La capacidad es limitada y la actividad requiere reserva previa mediante el Whatsapp 1124968771

Claridge Hotel: un oasis británico en el corazón porteño

El Claridge Hotel es un clásico hotel cinco estrellas de la ciudad de Buenos Aires. Fue proyectado por el arquitecto Arturo Dubourg e inaugurado en 1946.

Su vestíbulo impresiona por la combinación armoniosa de mármoles italianos de primera calidad y el porche, a la entrada, se apoya en esbeltas columnas blancas rematadas con capiteles jónicos, que aportan un aire clásico y refinado al conjunto.

En 1992, el arquitecto José María Peña, director del Buenos Aires Museo, otorgó al Claridge el título de «Testimonio vivo de la memoria ciudadana».