El fotógrafo Ernie Button nunca pensó que lavar los platos lo llevaría a descubrir uno de los hitos de su carrera.

Cierta noche, Ernie Button, artista fotográfico oriundo de Estados Unidos tomó un whisky y cuando se dispuso a enjuagar el vaso donde había bebido su Scotch, notó en el fondo del mismo que, tras secarse, la bebida se había transformado en un mundo de líneas, montes, valles y depresiones que podían ser la representación gráfica de paisajes terrestres y extraterrestres.

«Cuando acerqué el vaso a la luz pude notar unas delicadas líneas en el fondo. Mi trabajo como fotógrafo me ha llevado a entrenar el ojo y supe que se trataba de algo más», aseguró. A partir de ese momento, 9 años atrás, comenzó a trabajar con su esposa y llevó a fondo su investigación utilizando luces de distintos colores para fotografiar.

«Solo se necesitan una o dos gotas para crear una bella imagen», confió en diálogo con el NY Times el artista que tituló su proyecto bajo el nombre ‘Vanishing Spirits’ (que bien podría significar «Espiritus desvanecidos».

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