Con una película de superhéroes entretenida pero olvidable, Aquaman concluyó una etapa del unverso DC. Ahora James Gunn apura la refundación de Superman, Batman y el resto de la liga.
Y un día el universo de DC se terminó. El sello que agrupa a Superman, Batman, la Mujer Maravilla y siguen los superhéroes, controlado por Warner, hace tiempo que había decidido un reseteo dado a la mala performance de sus últimas películas. Pero, durante todo 2023, se fueron estrenando los films que quedaban de un universo que ya ha muerto. El último se estrenó hoy (20 de diciembre): Aquaman y el reino perdido, o simplemente Aquaman 2. La película, protagonizada por Jason Momoa y por la polémica Amber Heard, es una película clásica de superhéroes que hace 10 o 20 años hubiera funcionado bien (es entretenida, aunque superficial), pero hoy ya no estamos tan seguros. Marca el fin de una era para esas películas de DC y el comienzo de un intento de reinventarse.
Medio pescado
Aquaman es una secuela directa de la primera película del superhéroe mitad terrestre, mitad atlante que pueden encontrar, por ejemplo, en HBO Max. Cuenta un nuevo desafío para Aquaman en el que deberá enfrentar a algunos villanos de la película anterior (como Black Manta) y a algunos nuevos, con la ayuda del principal villano del primer film: su hermano, que ahora entra en un camino de redención.
La película es principalmente un bromance entre Aquaman y Orm, interpretado por Patrick Wilson, una relación que se parece bastante a la que establecieron en las películas de Marvel entre Thor y su hermano Loki (de hecho, hasta hacen un chiste con eso en la película, así que el director James Wan es bastante consciente).
Después del resonante juicio con Johnny Depp, su ex esposa Amber Heard no es la coprotagonista de este film (donde hace de la esposa de Aquaman, la princesa atlante Mera). No obstante, lejos de las denuncias de la actriz, su personaje tiene una presencia lógica en toda la película: no fue ni cortada, ni cancelada, ni eliminada. Si alguna vez hubo la intención de Warner de restarle lugar, esto no se comprueba en la película que se puede ver desde hoy.
Pochoclo marino
Por el resto, es una película con mucha acción, muchos combates casi con estilo del El señor de los Anillos, y mucho pochoclo. Habrá robos (heists) de alta complejidad en universos subacúaticos, un rescate de una prisión que solamente se puede describir como el Azkaban de Aquaman y delirios con animales gigantes onda King Kong. La cosa sana.
Ah, y busquen la subtrama ecologista que alerta sobre el calentamiento global como trasfondo. No tiene demasiado peso real en la historia, en estas épocas donde hay mandatarios que niegan la existencia del cambio climático, es casi revolucionara la película.
Lo positivo: es un film autocontenido, que solo exige haber visto la primera parte y no mucho más de lo ocurrido en el universo DC. No se relaciona con nada más, salvo una breve mención a La liga de la Justicia de Zack Snyder.
Aquaman y el DC Perdido
Claro que esta peli es la que marca la muerte del universo DC, que fue un fracaso desde Batman Vs Superman hasta acá. La decisión fue tomada luego de que se derrumbaran los proyectos de Snyder y Warner le entregó el centro al director James Gunn para que reformatee el universo hacia una nueva dirección.
Este año, en ese aspecto, fue extraño: fuimos viendo salir al cine (y fracasar en taquilla) a una serie de películas de DC que pertenecen a un plan que ya se abandonó. Así, finalmente salió The Flash, dirigida por el argentino Andy Muschietti y protagonizada por el ultrapolémico Ezra Miller (que, pese a las denuncias que pesan sobre él, no fue cancelado como sí le ocurrió a Jonathan Majors en Marvel, tras su condena por violencia de género).
También tuvimos este año Shazam: Fury of the gods, una secuela cómica de la primera parte de ese superhéroe y la sorprendente Bluebettle, con su militancia latina. La segunda película de Aquaman viene a cerrar este ciclo de películas de superhéroes que ya no funcionan.
Lo que viene
¿Qué es lo que se viene a futuro? Gunn planea una nueva película de Superman, llamada Superman: Legacy, que tiene fecha de estreno en julio de 2025. Con nuevos actores y actrices, funcionará como un reboot de Man of Steel, pero ya sin Henry Cavill haciendo del superhéroe de los calzones rojos fuera del pantalón (tuvieron un papelón cuando le hicieron anunciar a Cavill que volvía como Superman para luego cancelar ese plan).
También habrá un nuevo Batman en la película Batman: the brave and the bold, que retomará las historias de Batman y Robin con una historia basada en los comics del autor Grant Morrison. Hay planes también para una nueva Superchica en Supergirl: Woman of Tomorrow, pero no será la superchica latina (Sasha Calle) que vimos en The Flash sino otra actriz.
Y además, una serie de rarezas: una película de Lobo, un archivillano de los comics, otra de La cosa del pantano (que tuvo una serie que fue cancelada), otra de Amanda Waller, una agente de la CIA que comanda grupos extraños de superhéroes (ya la vimos en las pelis de Suicide Squad y en la serie Peacemaker), otra de los Linternas Verdes y una serie llamada Paradise Lost, que mostraría a las amazonas de la isla Themyscira, de donde proviene la Mujer Maravilla.
Habrá que ver como se reinventa DC, porque hasta ahora viene de capa caída.
- Aquaman y el reino perdido se puede ver en cines a partir del 20 de diciembre