La subida de temperaturas y la falta de lluvias pueden limitar el cultivo de una comida muy popular a nivel mundial. Cómo lo afectaría el cambio climático.
Amado y demonizado. Es la tentación de todas las dietas, aunque muchas veces los prejuicios que caen sobre él terminan excluyéndolo por completo. O lo que es peor: incluirlo en forma clandestina, casi con culpa, como si fuese un error imperdonable en la alimentación. Sucede que es común creer que comer chocolate es caer en el inevitable e imperdonable pecado que destruye todas las dietas.
Sin embargo, la preocupación que tienen los productores de chocolate no está ni cerca de relacionarse con los beneficios o perjuicios del chocolate en la salud. Se trata del cambio climático y la certera posibilidad de que este alimento masivo y popular a nivel mundial desaparezca por completo
El chocolate se produce a partir de las bayas de cacao que nace de un árbol que necesita unas condiciones meteorológicas muy específicas para crecer. Estas condiciones se encuentran alrededor del Ecuador, unos 20 grados latitud norte y sur.
Estas circunstancias tan exigentes hacen que el cultivo del árbol del cacao concentre el 70% de la producción mundial en el oeste de África, entre Costa de Marfil, Ghana, Liberia, Togo, Benín, Nigeria y Camerún. El otro 30% de la producción de cacao se cultiva entre América Central y Asia.
Pero según un estudio realizado por la Universidad Federal del Oeste de Pará, de Brasil, el cambio climático puede afectar este cultivo tan preciado. Cuando un producto necesita unas condiciones tan específicas para crecer, cualquier cambio puede tener graves consecuencias. Y la subida de temperaturas que se prevé no augura un panorama muy positivo.
El informe que desarrollaron los investigadores brasileños muestra cómo según las previsiones que hay en la actualidad, las temperaturas de la zona podrían subir un poco más de dos grados centígrados en 2050, año en el que la producción de chocolate -se estima- sería bajísima, al punto de sufrir el riesgo de desaparecer. Los mismos estudios advirtieron que las lluvias no se incrementarán y aquí radica el principal problema: el árbol de cacao necesita mucha agua y humedad.
Y esta zona de África ya está sometida a un importante riesgo de sequía. Una de las opciones para poder seguir produciendo cacao es llevar los cultivos a más altitud, pasar de las zonas de 300 a 800 metros sobre el nivel del mar de ahora a unos 1500 metros de altitud.
El estudio calcula que de las diferentes zonas que actualmente son óptimas para cultivar cacao se podrían perder hasta un 20%, un desastre para la producción mundial y para los dos millones de agricultores que se dedican a este cultivo en África.