Las exportaciones de miel uruguaya se han visto perjudicadas tras constatarse la presencia de glifosato.
El país vecino Uruguay exportó contenedores de miel a Alemania, pero éstos llegaron con rastros de glifosato y los alemanes los rechazaron. Se trata de un duro revés para los productores uruguayos y aunque todavía no se sabe si se trató de un accidente o un problema de coordinación entre agricultores y apicultores, lo cierto es que la noticia causó gran descontento en la República Oriental.
La mala noticia llegó de la mano de un comunicado de la Dirección General de la Granja que decía que «ante controles de residuos de agroquímicos en la miel a nivel mundial, las prácticas de los apicultores son determinantes para el éxito. Por lo tanto, instamos a que se evite el uso de herbicidas para el control de malezas en los apiarios».
Por su parte, el secretario de la Asociación de Exportadores de Miel, Marcos Uriarte, dijo en declaraciones a la prensa que a dos meses de la cosecha aún “no hay soluciones a las mieles que pueden producirse” en el corto plazo. En ese sentido advirtió que se corre riesgo de enfrentar nuevos castigos y multas por la presencia del agroquímico en la producción. “¿Por qué no habríamos de tener problemas en esta cosecha? ¿Qué cambió? Necesitamos una solución urgentes ante un problema que está instaurado”, sentenció el secretario de los exportadores quien agregó que la gremial se juega la inserción al mercado chino.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el 20 de marzo de 2015 que pasaba a categorizar el herbicida glifosato como 2A, lo que indica que se trata de un cancerígeno probable.
La Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) y la Sociedad Apícola del Uruguay (SAU) expresaron de forma separada sus discrepancias con lo expresado por la Dirección General de la Granja (DIGEGRA) respecto al glifosato.
“La principal causa de contaminación de las mieles, es la aplicación irracional de agroquímicos por parte de emprendimientos agrícolas”, afirmaron desde la CNFR que preside Mario Buzzalino.
El comunicado intima “a las autoridades nacionales a que se tomen medidas de fondo para revertir esta insostenible situación, que no solo afecta a la productividad de los apicultores, sino que también está generando graves problemas de contaminación en nuestros recursos hídricos”.